En 2 años van 25 fiscalizaciones a centros de estética y de tatuajes
El verano se acerca y las visitas a los centros de estética y a los gabinetes de tatuaje aumentan. Para muchos el objetivo es lucir bien en estas fechas, ya que las temperaturas más altas obligan a usar una menor cantidad de ropa.
Aunque es deber de la Seremi de Salud fiscalizar este tipo de recintos, la estadística que existe en esta materia da cuenta de una baja cantidad de inspecciones a los 54 centros de estética y 19 locales de tatuaje que hay en las regiones de Biobío y Ñuble.
Desde la Autoridad Sanitaria expusieron que estos establecimientos han crecido en más de un 50% en los últimos años.
FISCALIZACIÓN
El año 2016 el Subdepartamento de Farmacia, Prestadores y Profesiones Médicas de la Seremi de Salud realizó nueve inspecciones a centros de estética y ninguna a los de tatuajes. Este año las inspecciones suman 16, terminando dos con sumarios sanitarios por incumplimiento a la norma sanitarias que las rigen.
La encargada de la unidad de la Autoridad Sanitaria, Marta Larenas, expuso que la baja cantidad de controles que se realizan, especialmente a los gabinetes de tatuaje, es porque estos recintos son de menor riesgo sanitario que otros, como por ejemplo, los centros de diálisis, que también son fiscalizados por esa unidad.
"Estos establecimientos no son tan peligrosos (gabinete de tatuajes), por lo que el trabajo que se realiza es en base a la denuncia (...). Los centros de estética sí son más riesgoso y la diferencia de los de tatuaje es porque estos sí deben tener autorización sanitaria, los gabinetes sólo tienen vigilancia sanitaria", expuso la encargada del Subdepartamento de Farmacia, Prestadores y Profesiones Médicas.
Larenas aclaró que en el caso de los centros de estética los requisitos que se les solicitan para poder funcionar son que el personal tenga las competencias para realizar un determinado procedimiento o que se cumpla con los consentimientos informados, para que el paciente conozca que se va a someter a un determinado procedimiento bajo su responsabilidad.
"Si tenemos una denuncia de un centro de estética que no tiene autorización, se prohibe su funcionamiento hasta que cumpla (…) Son muy pocas las denuncias que tenemos", detalló.
En el caso de los gabinetes de tatuaje, lo que se exige específicamente a quienes ejercen esta profesión es que tengan capacitación en relación a prevención de infecciones y procesos de esterilización, acreditación mediante certificado de vacuna contra la Hepatitis B y definición de procesos que permitan un buen aseo, entre otras.
GABINETES DE TATUAJES
Claudio Sáez se dedica hace 20 años al arte del tatuaje, pero hace cerca de siete años que inició un trabajo más formal. Su último local, Parasom Tatto, funciona en el segundo piso del edificio Amanecer, en el centro de Concepción. La Seremi de Salud lo autorizó para que pueda funcionar, ya que cumple con las medidas sanitarias que se le exige.
Al igual que lo expresa la estadística, Sáez aseguró que desde que su local recibió el permiso sanitario, la Seremi de Salud nunca más lo fiscalizó.
"Igual no es bueno que no se desarrollen (los controles) porque somos varios locales que cumplimos con la normativa, pero hay otros que no cumplen con nada (...). Uno hace una inversión para que tu local no sólo se vea mejor, sino que realmente sea mejor que el resto", contó Sáez.
El tatuador contó que la falta de supervisión podría llevar a que no se siga cumpliendo con lo sanitario. "Mientras más exigencias haya lleva a que los tatuadores realicen un mejor trabajo. Llegan muchos clientes que se quejan de otros locales", declaró.
Añadió que en el local, donde atienden otros cuatro tatuadores, tienen separada la zona limpia de la sucia y que el material cortopunzante que utiliza es retirado por una empresa especialista en esa labor.