Advierten sobre el peligro de un mal uso de la Fentermina
Muchas personas buscan alternativas para perder peso de forma rápida y una es el uso de fármacos. Y si bien existen para tratar casos de sobrepeso y obesidad, debe por indicación médica y bajo supervisión, pues es sólo adecuado en ciertos pacientes. Un mal uso puede poner en serio riesgo la salud.
Valeria Jorquera, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello cuenta que son varios los medicamentos con este fin, "pero es la Fentermina el más consumido por la población chilena, según indica el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP), que informó que las ventas de éste han aumentado sostenidamente en los últimos 5 años", dice.
ESTRICTO CRITERIO
Lo anterior enciende las alertas, pues la Fentermina, explica, es un supresor del apetito similar a las anfetaminas, razón por la cual es estricto el criterio de selección de pacientes. "Se indica en el tratamiento de la obesidad exógena a corto plazo, adjunto en un régimen de reducción de peso basado en la restricción calórica. Es adecuado sólo en pacientes con un índice de masa corporal desde 30 kg/m2, o desde 27 kg/m2 en presencia de factores de riesgo como hipertensión, diabetes e hiperlipidemias", advierte la profesional.
Sobre la forma de actuar es en el sistema nervioso central y, según plantea Jorquera, los riesgos asociados a su uso son a nivel neurológico y cardiovasculares. Nerviosismo, insomnio, taquicardia, cardiomiopatía, trastornos en válvulas cardiacas, isquemia, hemorragia cerebral e hipertensión pulmonar primaria, además de sequedad bucal y golpes de calor son algunos de los que detalla. También asevera que el principio activo del fármaco puede llevar a experimentar síndrome de abstinencia.
Por lo expuesto, este medicamento requiere precaución en su uso y debe ser por suscripción médica, además su venta es con receta retenida, haciéndose un llamado a tomar consciencia sobre el abuso de este tipo de productos y a no comprarlos en lugares no autorizados, como Internet. "Fármacos ofrecidos por esta vía no cuentan con supervisión de un químico farmacéutico, pudiendo tratarse de productos falsificados que pueden generar graves daños al consumidor", finaliza.