Dos veces al año la Comisión interinstitucional de supervisión de los centros privativos de libertad de adolescentes (Cisc) visita aquellos recintos donde hay menores recluidos. La del segundo semestre fue adelantada, a propósito de lo ocurrido en el centro de Coronel el domingo, cuando un grupo de siete jóvenes que estaban en el centro de internación provisoria (CIP) se autolesionó y uno incluso tuvo un intento de suicidio.
Esta comisión está integrada por la cartera de Justicia, por representantes de Unicef, de la Defensoría y la Universidad de Concepción, entre otras instituciones.
Osvaldo Pizarro, defensor regional, contó que "precisamente, con ocasión de este incidente, la comisión anticipa sus visitas al CIP para verificar el cumplimiento de los estándares que están fijados a nivel nacional".
Quien encabezó el recorrido fue el seremi de Justicia, Jorge Cáceres. Anunció que por ahora no se pueden entregar antecedentes sobre lo observado, pues estos datos estarán contenidos en el documento que la comisión terminará entre noviembre y diciembre.
Lo que sí adelantó es que se están recabando antecedentes sobre lo ocurrido el domingo, considerado que el incidente involucró el consumo de drogas por parte del grupo de adolescentes.
Aunque desde la dirección regional del Servicio Nacional de Menores (Sename) declinaron referirse al tema, sí mencionaron que hay un sumario en curso para determinar si hubo fallas en los procedimientos y dónde se produjeron.
"no es infalible"
Desde 2007 la comisión emite un informe semestral sobre la situación de los centros que atienden a menores. En el sitio web del Ministerio de Justicia el último que aparece es del primer semestre de 2014. No obstante, el defensor regional comentó que en los últimos documentos se reconocen mejoras positivas en el centro de Coronel.
Las deudas, añadió, están por el lado de la capacitación de los funcionarios.
El seremi de Justicia expuso que en los últimos años se ha invertido para mejorar la seguridad de los centros. Recordó que recientemente se inauguró un sistema de seguridad con rayos X para revisar a los visitantes de los jóvenes.
Pese a este equipamiento, Jorge Cáceres reconoció que siempre puede haber falencias: "Quiero aclarar que ningún sistema de seguridad es infalible".
Contó que se reforzará el personal de vigilancia y también se optimizará la cadena de vigilancia.
Osvaldo Pizarro concordó con el seremi. Pero, en relación al ingreso de drogas, aseveró que hay un problema de base que se debe atacar.
"El problema es si efectivamente los procedimientos de seguridad o detección evitan el ingreso de drogas. Y evidentemente no está controlado, porque si no, ese incidente no se hubiese dado. El gran desafío tiene que ver con mejorar sustancialmente los problemas de control", opinó.
Los funcionarios de gendarmería reconocieron días atrás que la revisión de los visitantes es más superficial que la se realiza en un recinto penal y que a veces es difícil encontrar un equilibrio entre una acuciosa inspección y el respeto a los derechos humanos.
Primera vez
Los siete jóvenes involucrados en el episodio del domingo estaban en el Centro de Internación Provisoria, donde se encuentran aquellos jóvenes que están siendo investigados. Ocupan espacios que están separados del Centro de Régimen Cerrado (CRC), donde permanecen quienes cumplen condena.
El defensor regional contó que el menor que trató de suicidarse permanece en el centro de corta estadía, que atiende a jóvenes con problemas de droga.
Añadió que antes no habían tomado conocimiento de un caso donde haya existido un intento de suicidio masivo, aunque sí han existido varios incidentes críticos, reconoció, principalmente asociados a riñas, discusión con el personal a cargo o intentos de fuga.
Actualmente hay 63 jóvenes internados y 146 funcionarios para atenderlos.