El joven que se disfrazó para poder ver un concierto de jazz
Con una agenda cargada de música y presentaciones, se la pasa el joven trompetista penquista Antonio Novoa (24). Además de trabajar en sus proyectos personales, le imprime su sonido a los vientos de Julius Popper y la banda de Quique Neira. Talento musical heredado de la disciplina entregada por su padre, el saxofonista Kiko Novoa, lo que le permitió estrechar un vínculo sonoro desde muy pequeño.
Este jueves Antonio será el encargado de dar vida a la séptima velada del ciclo 2017 de "Jazz, vinos & blues", en Marina Club Discotheque, a las 20 horas. Allí prenderá la noche con sus ritmos en "Trompetas on fire", en compañía de su quinteto. Éste último integrado por músicos "de gran talento" y que él mismo trompetista asegura, "son grandes amigos" con los que le encanta tocar.
A los 5 años ya se vislumbraba su futuro, a veces haciendo sonar los instrumentos de orquesta clásica que pertenecían a su padre y otras -simplemente- con tarros vacíos de leche. Luego tomó clases de piano, en un principio, pasando por Artistas del Acero y después con Carla Romero, hija de Marlon Romero. Tras pasar dos años con ese instrumento, se presentó el cambio hacia la trompeta, la que toca desde los 7 años. Como dice pasó a ser su compañera permanente.
"Llevo más de 15 años tocando, en los que he tenido una decena de profesores a los que he admirado y aprendido mucho", dice el músico que no ha abandonado nunca la capital penquista por largos intervalos de tiempo. "En 2016 viajé a California. Allí tomé clases con el gran Clark Suprynowicz, aprendí demasiado (...) Nunca he parado de estudiar, y creo que eso logra notoriamente una gran diferencia", resume.
SELLO PERSONAL
No fue hasta el regreso de ese viaje que se planteó la idea de tocar al frente de su proyecto solista. Probó suerte en algunos locales de jazz en Santiago, y tras viajar nuevamente a Estados Unidos, y regresar (fines del año pasado), decidió concretar su proyecto, el que ahora lo lleva a la presentación de este jueves.
"Vamos a hacer jazz, que es mi música favorita, y podré entregarle al público todo lo que he aprendido. También mostrar las composiciones que he creado (...) Que mejor que acompañado con mis amigos", exclama quien lleva 6 años tocando con Julius Popper.
Cuenta que le causa gracia el hecho de ser parte del ciclo producido por Mario Soto hace 11 años. Recuerda con aprecio que cuando tenía 16 años, una de las primeras versiones de este evento, fue a ver al también trompetista, Sebastián Jordán. "Me moría de ganas de verlo, me regalaron una entrada y todo. Así que estaba en la entrada y no me dejaron pasar por ser menor de edad", confiesa.
A pesar de que no pudo ser parte del público durante esa jornada, Jordán volvió a venir unos meses más tarde. Nuevamente, Novoa no podía dejar pasar esta oportunidad.
"Me disfracé de abogado, con abrigo, lentes de mi abuelo, y un nuevo corte de pelo, para aparentar más edad. Hasta llevé algunos libros", relata entre carcajadas, mientras rememora el miedo que sentía de que lo echaran de la función. Finalmente, la pudo disfrutar completamente.
RELACIÓN PATERNAL
Novoa se observa escuchando "Carmina Burana" desde pequeño, y viendo los instrumentos que almacenaba la sala de ensayo de su padre, con quien asegura, tiene una relación muy estrecha y particular.
"Llevamos tanto tiempo tocando que cuando lo hacemos parecemos amigos, nos tuteamos mucho, y cuando la gente se entera nos llama la atención, porque uno no habla de esa forma con su padre", explica el joven que hace poco participó en la grabación del nuevo disco de Quique Neira.
- No es una tarea fácil, hay que admitirlo, pero es muy divertido. Él es extremadamente exigente, y la verdad es que el hecho de que me transmitiera eso, es lo que me tiene profundamente agradecido. Me enseñó a estudiar y estudiar, y tener la disciplina de una rutina diaria de ensayar. Yo creo que esa es, finalmente, la razón de que me esté yendo bien ahora.
CRUZAR ESTILOS
Asimismo, Novoa trasmite estas enseñanzas y exigencias a los alumnos que ha tenido durante su carrera. "Hay que estudiar harto, porque de esa forma se pueden hacer cosas nuevas", explica el trompetista, quien cuenta como sus primeros referentes a Miles Davis y John Coltrane.
Durante su trayectoria, también ha participado de muchos festivales de jazz, entre los que recuerda, en Concepción, los organizados por Marlon Romero, durante los años 2011, 2012 y 2014. Y en 2013 ganó el concurso solista del Festival de Jazz de Providencia, en Santiago.
Para la presentación de este jueves en el ciclo artístico, Antonio Novoa Quinteto estará compuesto por Maximiliano Alarcón (saxo tenor), Patricio Pianola (piano), José Troncoso (bajo) y Víctor Henríquez en batería. "Estamos afinando los últimos detalles para que el show salga perfecto", asegura el compositor.
- Claro, porque al comenzar a tocar con los Julius Popper, por ejemplo, o con el Quique Neira (desde 2015), me hizo conocer más música, otros estilos. Sin duda, algo de eso se ve plasmado en mis composiciones, que si bien son en gran medida jazz, también aparecen sus toques de swing y funk.