Camanchaca prevé un buen año pesquero: el jurel y los langostinos son el fuerte
Alineados y comprometidos con los principios de la pesca sustentable, lo que les ha valido certificaciones internacionales importantes, la compañía pesquera Camanchaca va cerrando este año viento en popa en lo que a pesca se refiere. En la zona, la empresa concentra su quehacer en la captura y procesamiento de dos recursos; jurel, para elaborar conservas, congelados, harina y aceite de pescado, y langostinos.
La temporada de este último producto va de marzo a diciembre con un receso en septiembre, aunque esta vez éste se extenderá a octubre para retomar en noviembre, devolviendo con ello la actividad económica a la comuna de Tomé, que tiene en esta empresa la más importante fuente de empleo, ya que allí se procesan además los salmones que se crían en el sur del país.
"Queda la última parte de la cuota que se prevé completar en el último trimestre del año", explica Alejandro Florás, gerente general de Pesca Sur.
Entonces será solo a partir de noviembre que unas 180 personas, más de un 90% mujeres, devuelvan el bullicio a la planta donde realizan la delicada tarea de descolado de los crustáceos. "Allí se han logrado juntar tres generaciones de trabajadoras; abuelas, madres e hijas", comenta Florás. "Este es un producto que tiene un componente muy delicado en su proceso porque se hace a mano, uno a uno. En Asia por ejemplo, hay máquinas para hacer camarones, pero Camanchaca ha logrado posicionarse en mercados muy exigentes como en Estados Unidos por la forma en que los procesa".
En Tomé también está la planta de salmones que si bien depende de la filial Salmones Camanchaca, es otra importante fuente de empleos generando un promedio de 800 puestos de trabajo, y entre mar y tierra unos 500 más.
Cuotas versus empleos
La empresa está expectante frente a cómo se pronunciará el comité científico en octubre respecto a la cuota de langostinos para el próximo año, porque ello determina la cantidad de empleos que habrá, admite Florás.
Precisó que este año la cuota fue baja en relación a la de 2014 cuando llegó casi a las 8 mil toneladas; después cayó a 6 mil y el 2016-2017 ha estado en torno a las 4.700. "El estado de la biomasa del langostino está sano y confiamos en que la cuota para el próximo año puede aumentar", sostiene el ejecutivo. Añade que inversiones previas permiten contar con la capacidad instalada para procesar más, así es que solo depende de los resultados que entregue el comité científico.
Estimó que las inversiones en estos últimos años fluctuaron entre los US$5 millones a US$6 millones en las demás líneas productivas, como las conservas y congelados de jurel, harina y aceite de pescado.
Así, por ejemplo, este año lograron producir 22 mil toneladas de jurel congelado en Talcahuano, tras inversiones realizadas en 2015, impulsados en parte por la reapertura del mercado africano. "Nosotros producíamos unas 6 mil toneladas (t) de congelados promedio entre 2013-2016, y pasamos a estas 22 mil. Triplicamos la producción dando empleo a 90 personas y, para el próximo año, creemos que la situación de nuestros mercados finales podrían ser algo mejores, lo que implicaría un aumento de 20% en jurel congelado".
Enfatiza, de nuevo, que todo crecimiento va a estar sujeto a las cuotas. Las cuotas que ha dado la Organización Regional de Pesca (ORP), un organismo internacional que fija las cuotas de jurel, han sido crecientes, en torno al 4 al 5% tras la evaluación de stocks y las señales son de una recuperación de la biomasa.
Pilares del negocio
El gerente general de Pesca Sur destacó que los pilares de la estrategia de negocios y de desarrollo de la compañía se anclan en políticas de pesca sustentable, reconocidas y certificadas por organismos internacionales, recogidos en el reporte de sustentabilidad, que se dará a conocer esta semana en Tomé.
Florás resalta que Camanchaca es pionera en obtener la certificación Marine Stewardship Council (MSC) en el caso de los langostinos y al respecto precisó que esta semana la compañía lanzará oficialmente de su reporte de sustentabilidad. "Nosotros somos una de las primeras empresas en el mundo en haber hecho un reporte de sustentabilidad pesquera bajo un estándar GRI (Global Reporting Iniciative) que en el fondo acredita que no lo hicimos de manera arbitraria sino cumpliendo con una serie de estándares. Este es un reporte público, y detalla todo lo que ha sido nuestro récord en materia social, ambiental y financiera, en cuanto implica un compromiso con la sustentabilidad pesquera".
Consumo humano
El 95% de la cuota de jurel que tiene la empresa y que alcanza al 19% de la cuota global de la industria se destina a la elaboración de productos de consumo humano. Florás estima que este año la producción de jurel en conserva alcanzará a un millón de cajas, en promedio de los últimos años. Eso, medidos en tarros alcanzan a los 25 millones de unidades, donde la mitad va la mercado interno y el resto a exportación.
El aceite y la harina de pescado, producidas en base a sardina y anchoveta de toda la zona centro sur, prácticamente toda queda en Chile puesto que se destina a la producción de alimento para la industria del salmón, siendo Camanchaca abastecedores de ellas desde Biobío a Los Lagos.