Vladimir Putin, el Presidente de Rusia, advirtió ayer que imponer más sanciones sobre Corea del Norte como consecuencia de sus ensayos nucleares podría desembocar en una "catástrofe global" y dijo que el régimen de Kim Jong-un no va a dejar de realizar estos ejercicios si no se siente seguro.
"Alentar la histeria militar no llevará a nada bueno. Todo esto puede acabar en una catástrofe global, una ingente cantidad de víctimas humanas. No hay otra vía que la solución pacífica y diplomática del problema nuclear norcoreano", dijo el Mandatario ruso.
"En Corea del Norte prefieren comer pasto antes que renunciar a su programa (nuclear) si no se sienten seguros", por lo que "hay que encaminarse hacia al diálogo entre todas las partes interesadas", agregó Putin, quien, de todas maneras, condenó el último ensayo realizado el domingo por Pyongyang.
vía del diálogo
Las palabras de Putin llegan un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU encomendara a Estados Unidos la misión de elaborar un borrador con nuevas sanciones contra Norcorea, escrito que será votado el próximo lunes.
Ayer, el secretario general del organismo, António Guterres, insistió en que el conflicto debe solucionarse por la vía diplomática. En una declaración ante los medios, pidió evitar una escalada de las tensiones en la península coreana y alertó sobre el riesgo de que haya "errores de cálculo" si prosigue la "retórica de confrontación".
"La solución debe ser política. Las potenciales consecuencias de una acción militar son demasiado espantosas", señaló.
La postura de Guterres es compartida por China, país aliado de Pyongyang y que ayer llamó a buscar más alternativas para superar el conflicto. Geng Shuang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, dijo que para darle una solución definitiva a la crisis, "la fuerza militar nunca es una opción y las sanciones por sí solas no ofrecen una salida".
Por lo mismo, Geng no aclaró si China apoyará una nueva ronda de sanciones contra su vecino y se limitó a subrayar que "las decisiones del Consejo de Seguridad dependen del resultado de las discusiones entre los miembros" de este organismo.
más armamento
Sin embargo, la vía del diálogo se ve poco probable. El comandante de la Flota del Pacífico de EE.UU., el almirante Scott Swift, afirmó ayer que su país seguirá desplegando activos de defensa hacia o en la península coreana para demostrar el compromiso de Washington con la seguridad de la región.
"Si se desea tener otro portaaviones, más navíos y submarinos, tenemos el potencial y la capacidad de seguir esa dirección", dijo Swift en una entrevista en Seúl con la agencia surcoreana Yonhap.
Este plan de desplegar más activos estratégicos podría incluir un portaaviones de propulsión nuclear. Esto implicaría el regreso de armamento nuclear a Corea del Sur luego de que, en 1991, el ex Presidente George H.W. Bush ordenara retirar cerca de 100 armas de este tipo.
El almirante insistió en que deben ser los legisladores quienes tomen la decisión y que su misión como comandante es tener listos los activos que supervisa para cualquier opción por la que se opte.
Swift calificó los actos de Pyongyang como "autodestructivos" y dijo que es difícil entender cuál es el propósito exacto de Kim, pero que "si está tratando de separar las alianzas y las lealtades que tenemos en la región, está teniendo el efecto opuesto".
más regalos
A pesar de las numerosas sanciones y advertencias, Corea del Norte anunció ayer que no detendrá sus ejercicios con misiles. "Las recientes medidas de autodefensa de mi país son un paquete de regalo dirigido a nadie más que a Estados Unidos. Estados Unidos recibirá más paquetes de regalos de mi país mientras vierta provocaciones temerarias y mantenga su inútil intento de presionar a Corea del Norte", afirmó el embajador norcoreano ante la Conferencia de Desarme de la ONU, Han Tae-Song.
Han se declaró orgulloso de decir que Pyongyang "llevó a cabo con éxito un test de una bomba de hidrógeno para un misil balístico intercontinental, bajo su plan de construir una fuerza nuclear estratégica" y que el régimen de Kim está "más cerca" de lograr su meta.
Por último, resaltó que todas las medidas militares que adopta Pyongyang constituyen "un ejercicio legítimo y justo en la autodefensa de un Estado soberano para hacer frente a la cada vez mayor amenaza nuclear y la política hostil de aislar y desestabilizar a Corea del Norte, que ya dura una década".