A pocos días que se encontrara el cuerpo de Óscar Alberto Vega Flores en las cercanías de la Caleta Alto Rey, en San Pedro de la Paz, una nueva búsqueda concentra la atención de los equipos de rescate en el río Biobío.
En esta ocasión se trata de Exequiel Arriagada, de 68 años, quien se extravió el pasado sábado cuando realizaba labores de botero, en las aguas del afluente.
Fue el propio hijo del trabajador quien realizó la denuncia por una presunta desgracia, luego que se encontrara la pequeña embarcación que el hombre utilizaba para realizar traslados de personas hacia Santa Juana.
Hasta esa localidad arribaron en las últimas horas equipos del Grupo Especialista en Rescate Sub-Acuático (Gersa) de Concepción y San Rosendo, junto a funcionarios del Grupo de Operaciones Especiales (Gope) de Carabineros, quienes se han sumado a los esfuerzos de la familia para dar con el desaparecido.
La labor de rastreo tendría sus complejidades por las características del Biobío, ya sea por las características del fondo del afluente y la extensión de los terrenos, según explicó el doctor en recursos hídricos y académico de la facultad de ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), Enrique Muñoz.
PELIGROSAS CONDICIONES
El docente de la Ucsc y experto en recursos hídricos detalló que en la zona más baja del río Biobío, desde la Ruta 5 Sur y hasta Concepción, tiene un lecho de arena que se está moviendo constantemente, lo que se denomina lecho móvil.
"Eso hace que el fondo del río parezca que está en un punto, pero cuando pisas el terreno es muy blando y puede provocar que te hundas. Eso puede favorecer a que no haya condiciones para bañistas o personas que ingresen al río", ejemplificó.
Enrique Muñoz sumó que esta es una condición normal del afluente y añadió que responde al tipo de sedimento que llega, junto a los flujos que aparecen con los caudales.
Por otro lado, el especialista mencionó que al crecer el nivel de agua durante esta época, las velocidades de las corrientes pueden aumentar, lo que contribuiría a posibles accidentes de tripulantes de algunas embarcaciones.
"Cuando llueve crecen los ríos generalmente, especialmente el Biobío, que tiene un origen pluvial, cuya componente principal es la lluvia y al subir el agua, aumentan las velocidades", precisó.
El doctor en recursos hídricos comentó que la amplitud del afluente junto a otros factores del terreno, son características que pueden dificultar las labores de rastreo.
"Las labores pueden ser más complejas que en un río más pequeño o con aguas más claras quizás", indicó.
A LA ESPERA
Ingrid Arriagada, hija del botero desaparecido, contó que las alarmas se encendieron el pasado domingo, luego que un vecino encontrara la embarcación sin rastro del trabajador.
"De ahí comenzamos a llamar, pero su teléfono sonaba apagado. Nos comunicamos con su casa en el campo, pero tampoco lo pudimos ubicar. Hablamos con vecinos y al no tener señales, se denunció la presunta desgracia", contó.
La mujer relató que su padre era reconocido por su trabajo de botero en la zona.
"Él estaba autorizado por la Gobernación Marítima para realizar este tipo de trabajos. Siempre cuando venían a supervisarlo, estaba con sus papeles al día. Quiso en algún momento dedicarse a otra cosa, pero finalmente hizo de esto un trabajo permanente", señaló.
EQUIPOS EN LA ZONA
A primera hora del lunes equipos del Gersa de Bomberos de las comunas de San Rosendo y Concepción se sumaron a las labores de búsqueda en la zona.
Gabriel Sánchez, comandante del Cuerpo de Bomberos de San Rosendo e integrante del Gersa, detalló que las labores se han concentrado tanto en el río como en tierra. Asimismo, precisó que los bancos de arena y la vegetación han dificultado las labores en el lugar.
"Los primeros trabajos se concentraron en el sector de Laja, donde el trabajador pudo haber caído la noche del sábado. Ya se han realizado buceos en la zona sin resultados hasta hoy (ayer)", informó.