Chile se queda en blanco y las Clasificatorias se complican
Era el partido que no había que perder, importando poco y nada la altura de La Paz, el balón que parecía un globo. Tampoco importó que al frente estuviera un rival emocionalmente inspirado por enfrentar a la camiseta roja casi como si se tratara de aquel viejo enemigo por cualquier cosa.
Chile no tenía por qué haber perdido ayer ante Bolivia. Los pergaminos de la selección de Pizzi prácticamente no sirvieron para nada ante un equipo que no pesa en Sudamérica, pero que jugó como si fuera la final de la Copa del Mundo.
La derrota duele, quizás demasiado, sobre todo si se recuerda que en esta doble fecha no se sacó ninguna unidad para la estadística. Lo peor es que de tener los pasajes y los pasaportes listos para ir a Rusia, de ahora en adelante habrá que ser más cautos y sigilosos porque restan solamente dos fechas y hay que ir a Brasil para visitar a un equipo que desde que asumió Tite ganó todo.
Bolivia ganó bien, esa es la verdad. En el Hernando Siles, los locales se hicieron respetar desde el primer minuto y hasta el pitazo final. Chile ayudó mucho a que el elenco de Carlos Lampe y compañía jugara con toda comodidad, pues fue un equipo totalmente distante de su juego que le ha dado tantos réditos en los últimos años.
Si jugando mal, muy mal, Chile pudo sacar un empate, cuyo punto servía de algo para un viaje fregado como es ir a La Paz, Marcelo Díaz echó todo a perder cometiendo un penal absurdo por levantar la mano más de la cuenta.
El penal ejecutado por Juan Carlos Arce de manera perfecta, a la derecha de Claudio Bravo, desató la locura para los bolivianos. Chile buscó de ahí en adelante sin mucho fútbol el empate, el cual nunca llegó.
El vecino país rompió 17 años sin saber de triunfos ante Chile y la verdad es que ayer el que tenía que poner todo para volver con las unidades en juego era la "Roja", que ayer se quedó sin ideas ni fundamentos. ¿Paredes y Valdivia eran reales soluciones ayer? Con ellos la selección no cambió nada.
Lo grave es que Chile suma su cuarto partido consecutivo sin anotar un gol, desde que se empató con Portugal y las derrotas ante Alemania, Paraguay y Bolivia.
Desde que Arturo Vidal salió a "carretear" o Alexis Sánchez estaba más preocupado de ir al City, la selección pagó los platos rotos. Esta doble fecha fue vergonzosa por lo que pasó dentro y fuera de la cancha. Así de simple.