Biobío suma cuarto trimestre de caída en la actividad económica
Desde hace cuatro trimestres que la Región del Biobío viene exhibiendo crecimientos negativos, algo que ayer quedó demostrado con el Índice de Actividad Económica Regional (Inacer) correspondiente al periodo abril junio de este año, que fue de -0,7%.
A esta cifra se suma la de julio septiembre del año pasado, que llegó a -0,7%, la de octubre diciembre, que fue de -2,8%, y la de enero marzo de este año, la que arrojó -1,4%. Son números que marcan una tendencia, pero que se estima podría variar al color azul, según estiman algunos analistas.
El seremi de Economía, Iván Valenzuela, explicó que para el caso del último ejercicio, de los 11 sectores medidos, tres tuvieron incidencia negativa, influenciados por la construcción, la cual no logra revertir el crecimiento que han tenido otras áreas como la industria manufacturera, el comercio, el transporte, lo que hizo que el Inacer se contrajera.
Afirmó que al observar los últimos datos de la construcción, éste se ha contraído por el peak de ventas sin IVA, lo que disparó significativamente los índices y que las bases de comparación fueran muy altas. Estima que para los trimestres venideros deberíamos ver un Inacer más positivo. También se ha visto un aumento en las exportaciones, en el comercio, restaurante y hoteles", recalcó.
Sostuvo que hay un impacto en el sector silvoagropecuario debido a los incendios, que hoy están teniendo repercusiones, a lo que se suman las variaciones en el precio de la celulosa.
DECRECIMIENTO
Para Javier Irarrázaval, académico de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, el Imacon (Índice Mensual de Actividad de la Construcción, de la Cchc), desde septiembre de 2016 viene decreciendo a nivel nacional. En ese contexto, las cifras de la Región no sorprenden: los tres subsectores de obras de ingeniería (pública y privada), edificación (habitacional y no-habitacional), y reparaciones cayeron.
"Hay que considerar sí, que este rubro representa el 11,9% de la actividad regional, lo que es bastante, y en ese sentido, sí requiere una preocupación especial", recalcó.
Al respecto, dijo que se observan tres factores que pueden haber influido en la contracción de este rubro, por parte del sector privado: El bajo crecimiento económico que se refleja en la baja en las ventas de inmuebles, la escasa confianza por parte del empresariado, debido a las reformas gubernamentales, la incertidumbre jurídica que afecta las inversiones, y la nueva reforma de pensiones que llama a la prudencia, e incluso quizás a la suspensión temporal de inversiones, hasta que se resuelve el nuevo sistema de pensiones.
En cuanto al sector público, estimó que no se debiera observar mayores varianzas en los próximos meses, puesto que los presupuestos ya están asignados y es poco esperable que el gobierno se embarque en grandes inversiones públicas a meses de finalizar su administración.
En cuanto al sector silvoagropecuario, que tiene un peso de 5,8% en la actividad económica, si bien cayó como un todo cayó, hubo subsectores como agrícola y frutícola que aumentaron su producción, al contrario de los subsectores pecuario y silvícola que decrecieron.
Hay que admitir eso sí que probablemente los primeros subsectores tienen un mayor peso en la economía regional, por lo que la caída del sector silvoagropecuario como un todo sigue siendo una mala noticia, dijo Irarrázabal.
Los sectores que más pesan en la economía de Biobío son industria manufacturera (23,4% de la actividad económica regional) y servicios sociales, personales y comunales. En cuanto a la industria manufacturera, en el último trimestre creció, y si sigue así podría revertir el decaimiento en la actividad económica.
Para el presidente de la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción, Ricardo Gouët, el bajo dinamismo económico, es producto de variables externas e internas; las consecuentes restricciones financieras, y los niveles de confianza de empresarios y consumidores que han impactado en la demanda inmobiliaria y con ello, en la construcción habitacional.
Por su parte y de acuerdo a los informes del INE, afirmó que el sector público ha disminuido su inversión en obras de ingeniería en la zona los últimos tres trimestres, situación que impacta en el empleo, en los indicadores de la construcción y en la cadena de suministros y servicios.
"Es necesario que se reactive la inversión público y privada, no sólo por su impacto en la construcción sino porque genera sinergías positivas en toda la economía. Para ello es necesario seguir trabajando en las confianzas, y en un marco regulatorio estable y menos complejo", apuntó.
Además, de la construcción, el otro sector que impactó negativamente la economía regional durante el segundo trimestre del año, fue el Silvoagropecuario, principalmente por la menor producción de trozas pulpables. Las exportaciones de celulosa, y forestales en general, han estado negativas. Sin embargo, se proyecta mejor precio y demanda para lo que resta del año, esperando finalizar 2017 con exportaciones similares a las de 2016. El sector agrícola, y frutícola especialmente, tuvieron un buen desempeño en el periodo, y es una de las grandes apuestas de desarrollo de la Región.