Macron cumple 100 días de gobierno con baja adhesión
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, cumple hoy martes sus primeros cien días en el poder con una popularidad en neto descenso que da por finalizado el estado de gracia, lastrado por polémicas no compensadas por el rápido cumplimiento de algunas promesas de campaña.
Menos de cuatro de cada diez franceses (36%) dicen estar satisfechos con este inicio de mandato, diez puntos menos que el recabado por el socialista François Hollande en agosto de 2012 y un porcentaje muy alejado del apoyo del 62% que el ex ministro de Economía tenía recién llegado al Elíseo en mayo pasado.
El cambio de tono respecto a su predecesor lo fijó la misma noche de su victoria en mayo: su recorrido en solitario con la pirámide del Louvre de fondo antes de dirigirse a la población fue preludio de un uso inteligente y habitual de los grandes monumentos del país que le ha ayudado a vestir el "traje presidencial". El Palacio de Versalles, el Hotel de los Inválidos o la Torre Eiffel han sido luego escenarios de los encuentros mantenidos con los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, o EE.UU., Donald Trump, que junto a su acción contra el cambio climático le han reportado mucho rédito a nivel internacional. Macron ha multiplicado en estos más de tres meses actividades con las que reflejar una imagen de poder, sea vestido de uniforme o descolgándose de un helicóptero hasta un submarino nuclear, pero el estilo impuesto en su voluntad de alejarse de la "presidencia normal" de Hollande hace que la oposición le recrimine confundir autoridad con autoritarismo.
La primera víctima fue el general Pierre de Villiers, que dimitió el 19 de julio como jefe del Estado Mayor del Ejército tras un tenso pulso público con el mandatario por los recortes previstos para cumplir los objetivos de déficit.
En su balance de promesas cumplidas se encuentra el proyecto de ley de moralización de la vida pública, que acabó con la posibilidad de que diputados, senadores, ministros y otros cargos locales contraten a familiares como asistentes, o la adopción del texto que autoriza al Ejecutivo a reformar el derecho laboral por decreto. Entre sus pasos en falso se cuentan la reducción de las ayudas al alquiler o el rol de la primera dama, al que prometió dotar de un estatus oficial contra el que se han revelado más de 311.000 personas por internet, y que finalmente quedará enmarcado en una "carta de la transparencia". O asimismo, la dimisión de cuatro ministros cuando apenas llevaban un mes al frente de sus departamentos, incluido el de Justicia, François Bayrou, por sospechas de nepotismo o investigaciones judiciales en sus partidos.
A LARGO PLAZO
Macron, que según diarios como el conservador "Le Figaro" se ha visto "atrapado por la realidad", quitó transcendencia en abril a esta barrera simbólica de los cien días, y ahí apuntó que lo importante es el largo plazo.