Concepción se caracteriza por ser un polo industrial que cuenta con actividades económicas de diverso tipo. Además, es una Región donde existe necesidad de información sobre materias vinculadas al impacto ambiental y en ese contexto se realizó ayer el seminario "Gestión de Olores en la Industria".
Carlos Araya, director de revista Induambiente -organizadora del encuentro-, dijo que si bien no hay una norma que regule específicamente esta materia, hay interés de muchas empresas en resolver estos problemas, pues afectan a las comunidades locales.
Pero recalcó que los problemas ambientales no son fáciles de resolver. "Chile en estos últimos 25 años ha ido avanzando de manera muy importante en materia tanto de regulación como de interés de los sectores empresariales por ir resolviendo los problemas que afectan a las comunidades", apuntó.
Agregó que si hay algo en que se ha avanzado en el mundo es en las comunicaciones, por lo cual este tipo de conflictos se conoce de manera mucho más habitual. Y aquello obliga a que las empresas enfrenten estos temas de manera mucho más decidida.
Igor Valdebenito, jefe del departamento de Ruido, Lumínica y Olores del Ministerio de Medioambiente, presentó la actualización de la estrategia de gestión de control de los olores que se generó el 2014.
Explicó que esta contenía dos pilares fundamentales: fortalecer el marco regulatorio y robustecer el conocimiento, pues era un tema muy específico donde no había mucha experticia en los sectores público y privado. "Nos dimos cuenta que era bastante precario. Por eso empezamos a fortalecer a los empleados públicos, dar charlas a los privados y también el marco regulatorio a través de análisis, que es que se necesita como país", hizo ver.
Este año comenzaron con la actualización de la estrategia, incorporando los pilares de difusión a la comunidad sobre la complejidad del tema de los olores, junto a un área transversal, pues esto no solo tiene que ver con aromas, sino que también con la salud, medioambiente, con agencias y los privados.
Estimó que la tecnología y la industria se han "puesto las pilas" en la mitigación de los olores. "Ya hay medidas como para minimizarlos, aunque como país lamentablemente aún no tenemos una norma. Estamos aún fortaleciendo el marco de las normas técnicas de cómo se mide, estandarizando esos procedimientos y métodos, hasta llegar a una normativa que se espera empiece a la brevedad".
Aclaró que la segunda mayor cantidad de denuncias a Medioambiente es precisamente por olores.
Valdebenito añadió que si bien ha ido minimizando, han visto algunas complejidades con ciertas comunidades, que tienen que ver con fallas de algunos procesos, pero hay que hacerse cargo.
En esto, cree que el trabajo conjunto entre los mundos público y privado es el camino, pues no ven ninguna posibilidad de crear una normativa o una política pública al respecto sin considerar a las industrias.
PROCESO LENTO
Manfred Hellwing, director de Proterm, sostuvo que como empresa empezaron hace 25 años a realizar mediciones oficiales. Por lo mismo, considera que el trabajo de minimizar los olores ha sido lento. "Yo diría que en los últimos 10 años esto ha cambiado, con más requerimiento de las industrias para certificar sus emisiones y ahora están pidiendo olores, porque eso es lo que afecta a las comunidades", apuntó.
En la misma balanza coloca también al ruido, pues ambos afectan mucho al entorno y son complicados de monitorear, porque son eventos no continuos. Así, cuando la normativa limita un valor, hacen un diagnóstico en un día y hora, pero realizarlo durante las 24 horas del día, los 365 días del año es una gran problemática.
El ejecutivo afirmó que hoy las empresas están conscientes que tienen que medir, ya que cualquier firma que exporta tiene que mostrar su certificado de emisiones. Por ende, hay un interés globalizado de todas las industrias en que están evaluando, a pesar de que algunas regiones no es necesario calcular porque no hay normas, ante lo cual la mayoría testea voluntariamente las emisiones.
Recordó que hace 25 años había un problema grave de olor en el sector pesquero, pero con tecnología y sistema de filtros han captado los aromas y los han reducido enormemente. "Siempre hay fuentes fugitivas que aún generan hedor, pero ha habido un avance enorme. Si ahora existe la presión de la comunidad y de las autoridades de llevar un mejor control de todos los episodios críticos, se logrará reducir aún más la emisión de olores de esta industria".
Otro aspecto es que se puede llegar a cero olores, algo que se ha logrado en Europa porque la tecnología está, por ende, piensa que es un tema de tiempo traer e implementar estos avances en el país.
En la Región del Biobío se han concentrado básicamente en el sector pesquero y la agroalimentaria en la Provincia de Biobío, donde han detectado que se sobrepasan los valores normales como los europeos, porque en Chile no hay. En todo caso, estima que esto permite a la empresa detectar que se están cometiendo errores en la operación, de tal forma que se pueden tomar medidas. Tras esto se hacen mejoras, se hacen cambios en los sistemas productivos.
DOS ARISTAS
Para Patricio Ubilla, product manager de Air Quality and Odor Management de Suez, en cuanto al punto de vista gubernamental se está al debe en cuanto al control de los olores, pues había una estrategia clara que concluía este año, sin embargo, "estamos en pañales porque ni siquiera se ha empezado una normativa. Hoy la forma de cómo solucionar los problemas están claros, pero por alguna razón de ha ido diluyendo, hay temas más semánticos que prácticos en la elaboración de una norma real".
Consideró que para regular los olores se necesita reglar la inmisión, que es donde está el receptor, es decir, cuánto le molesta al vecino. Además, este término no existe en la Constitución, que es el problema central.
A nivel de comunidad, remarcó que las empresas están más proactivas en resolver los problemas sociales, algunas han hecho fuertes inversiones, otras están en carpeta o en camino de como cierto número está a la espera de una normativa.
Ubilla planteó que en el tema o hay tres elementos claves:, la comunidad, la empresa que es la que emite y el marco regulatorio o la autoridad. En este último punto quienes más apoyan, subrayó, son los municipios, pero éstos no tiene ninguna atribución legal para hacer algo, salvo ser mediadores.
El seremi de Medioambiente, Richard Vargas, dijo que esta materia relevante, ya que como cartera tuvieron que priorizar el trabajo legislativo en los planes de descontaminación atmosférica y los de recuperación ambiental y social de los territorios vulnerables.
En ese sentido, adelantó que si bien el sector olores está atrasado a nivel nacional, "en el plan de recuperación de Coronel sí fue tomada la temática de olores como una de las líneas estratégicas que la comunidad demandó que fueran armonizados para la convivencia con el medioambiente libre de contaminación. Por lo tanto, vamos a sentar las bases primarias de lo que significa una normativa y el debido abordaje de los temas de olores ofensivos para a comunidad".