Plantean propuesta para recuperar el transporte de carga en ferrocarril
En los últimos 20 años Chile ha logrado buenos estándares de competitividad en los puertos de la mano de importantes inversiones en infraestructura, tecnología y procesos en los puertos, pero ha ido perdiendo competitividad progresivamente en el resto de la cadena logística, en parte por falta de infraestructura que se evidencia en mayor congestión, menor seguridad en el transporte, contaminación, entre otros factores que implican mayores costos para la sociedad en su conjunto.
Hoy, en la red ferroviaria de EFE que cubre desde Valparaíso hasta Puerto Montt, se transporta sólo un 4% de la carga nacional. Mientras que en EE.UU. es el 43%; Alemania el 22%; Brasil 25% y 35% en Suecia, por mencionar algunos.
En los últimos 10 años las toneladas de carga transportadas en tren en la red EFE se han mantenido constantes. Ciertos productos ya no se trasladan por esta modalidad, en parte por la apertura de Chile a los mercados internacionales que ha cambiado los flujos de transporte desde un sentido longitudinal a uno transversal, es decir de cordillera a mar o vice versa. Esto ha obligado al sistema ferroviario a adaptarse incorporando nuevas cargas, pero sumando y restando, ello sólo ha permitido mantener las toneladas transportadas.
Durante los últimos 50 ó 60 años, la red ferroviaria ha sido expuesta también a un grave deterioro en su infraestructura producto de la desinversión, falta de renovación y descuido. No obstante, es una gran oportunidad, no sólo porque al generar acuerdos público-privados podrá invertirse e introducirse mejoras en su gestión y usarse toda su capacidad,y además es posible cuadruplicar su productividad a costos marginales; aumentando el peso por eje, subiendo velocidades, diseñando trenes más largos, modernizando los sistemas de movilización, etc.
Según el Plan de Impulso a la Carga Ferroviaria (Picaf) realizado en 2013, el tren presenta una serie de beneficios como una significativa disminución de impactos negativos del transporte terrestre, con emisiones de Co2 y consumo de combustibles fósiles que se reducen a la cuarta parte respecto de lo generado por el modo camión y reducción de la congestión que va en aumento. Es además, un transporte encapsulado y controlado con mínimo impacto en las zonas urbanas, reduciendo hasta en 20 veces los accidentes por tonelada transportada.