Caja Los Andes niega crisis financiera y apunta a "falta de ética empresarial"
El gerente general de la Caja Los Andes, Nelson Rojas Mena, desmintió eventuales dificultades financieras que estén poniendo en riesgo a la institución. Lo anterior, tras informaciones que en este sentido habían surgido en días previos y que apuntaban a la necesidad de la emisión de bonos de la entidad, lo que a juicio del ejecutivo, "obedecen a una acción malintencionada, completamente desinformada que podría ser consecuencia de "situaciones por la cual nuestro país tiene algunos problemas, como casos de falta de ética empresarial".
Dijo que la entidad "goza de la mejor salud en la industria de las cajas de compensación por lejos. Las empresas pueden decir muchas cosas, pero lo importante es demostrarlo y que lo haga un tercero. Sin ir más lejos la semana pasada, la clasificadora de riesgo ICR elevó la clasificación de riesgo de A+ a AA- (ver recuadro), ninguna clasificadora hace eso con una institución que tiene un problema financiero por pequeño que sea".
emisión de bonos
En este sentido, el ejecutivo agregó otro antecedente, que tiene que ver con el interés que ha generado la colocación de bonos, donde, señaló, se pone la institución o compañía al escrutinio público a ver como te ven.
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"Pero más importante que las cifras internas es como habla el mercado a través de la clasificación de riesgo y de la demanda o interés que existe por un instrumumento de deuda que hemos colocado".
Los destinos de nuestras colocaciones de bonos son ir siendo consecuentes con lo que declaramos el 17 de diciembre de 2015 donde manifestamos que vamos ir reemplazando deuda que tenemos con bancos por deudas en bonos y lo que estamos haciendo es transitar del 85% que teníamos en bancos en ese minuto a el 70% que tenemos hoy. Por lo tanto, todas nuestras colocaciones de bonos apuntan a reestructurar la composición de nuestros acreedores.
Ese impacto es real. Efectivamente la situación económica que hemos vivido los últimos dos años, con un crecimiento menor al esperado, con un deterioro importante en la calidad del empleo, con un aumento del empleo por cuenta propia hacen que efectivamente haya un aumento en los niveles de riesgo nuestro y de todas las instituciones que de una u otra manera estamos en la industria del crédito, pero en valores controlados y normales en un escenario como el que se vive.
Aquí lo importante es la pérdida esperada nuestra, después de 24 meses es de 6,2%, es decir, de cada $100 que prestamos perdemos $6 en un lapso de 24 meses.
Efectivamente, uno nunca puede olvidar una virtud muy relavante como la prudencia y nosotros sí estamos siendo más prudentes. Esto no quiere decir que no vamos a hacer nada, sino que tenemos que hacer las cosas de una manera distinta y eso significa que nosotros no vamos a prestarle el paraguas a nuestros afiliados en verano y se los vamos a quitar en invierno. Sabemos que ante una situación ecnómica más compleja aumentan los niveles de riesgo, pero nuestro rol social nos obliga y compromete a apoyar a nuestros trabajadores en los minutos más difíciles. Entonces, como institución de seguridad social comprometida con el bienestar de nuestros afiliados es seguir otorgándole créditos, obviamente controlando más los niveles de riesgo.
A diciembre de 2016 la Caja cerró con un 65% de participación de mercado en número de trabajadores y un 31% de participación en los pensionados , lo que da una participación total de 58% ponderado, lo que implica un crecimiento de más de 250 mil nuevos afiliados. A esto se suma en 2016 la afiliación de 36 mil funcionarios del Ejército que se sumaron a los más de 65 mil que ingresaron en 2015. Entregó más de $100 mil millones en beneficios a afiliados y los excedentes antes de beneficios superaron los $70 mil millones.