Crecimiento económico y más educación financiera frenarían alto endeudamiento
Una luz de alerta arrojó el último Informe de Deuda Morosa 1er trimestre 2017 USS-Equifax, donde consigna que la cifra de ciudadanos con compromisos impagos alcanza a los 4 millones 335 mil 811 personas.
Lo anterior implica un incremento de 9.7% respecto a la misma fecha de 2016, con 384.728 personas adicionales. Ese mayor número de impagos se concentra en los sectores retail (40,0%) y la banca (39,9%), dice el informe que incorpora el endeudamiento de instituciones tradicionales como bancos, financieras, organizaciones de educación, salud, telecomunicaciones transporte, áreas de consumo en el retail, créditos hipotecarios y automotrices, cajas de compensación, cooperativas, deudas con tarjetas, entre otros.
Claudio Parés Bengoechea, PhD. director del Departamento de Economía de la Universidad de Concepción, dijo que más allá de las cifras es importante conocer las causas de la misma.
"No es lo mismo una deuda morosa de quien ha quedado sin trabajo y tiene algún problema de salud, por ejemplo, con una persona que simplemente ha sacado mal las cuentas y se endeudó por encima de sus posibilidades".
A su juicio, lo relevante es siempre entender el crédito como una herramienta útil, pero que debe ser utilizada con cuidado. Quien se endeuda debe tener siempre claridad respecto de si será capaz de pagar lo que comprometió. Por eso es importante conocer la tasa de interés (o costo anual equivalente) a pagar, la cuota y, sobre todo, que el plazo de la deuda sea menor o igual a la vida útil de lo que se está financiando.
modelo de consumo
En este mismo sentido, Camilo Cornejo, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, agrega que el endeudamiento es parte del modelo de consumo actual, el que permite adquirir bienes y servicios en largo plazo, entregando bienestar basado en rentas futuras.
El problema es que en una economía y sociedad de consumo las personas basan sus decisiones en corto plazo, se desconoce en gran medida cuál es el nivel de deuda en el largo plazo, y la capacidad que tendrá de cumplir con ésta.
Cornejo llama la atención sobre este incremento de 9,7% de los morosos y de que del total de la deuda, el 80% se concentre en el retail y la banca, lo que a su juicio, es una radiografía a la "salud financiera" nacional.
"Recordemos que el consumo es menos flexible ante situaciones de estrés económico, debido a que las perspectivas de la población es a no modificar sus hábitos de consumo y dar paso al endeudamiento". De todas formas, es importante recordar que en la Banca se concentra la deuda educativa, o CAE, lo que genera, sin duda, un alza en la morosidad nacional.
Aunque Parés advirtió que hay tener cuidado al leer estas cifras, porque no son comparables con otros estudios, pues incluyen deudas que están fuera del sistema financiero, como las de estudios o automotrices, que evidentemente elevarán las cifras que estamos acostumbrados a ver, pero no porque la situación esté empeorando necesariamente, sino porque se están midiendo cosas distintas.
El académico de la U. Andrés Bello, alertó que "en promedio, la población se encuentra endeudada en aproximadamente $1,5 millones, lo que se traduce en un "grillete" económico, y con esto, en un bloqueo comercial y laboral. A lo anterior, se suman los efectos emocionales y familiares.
¿La solución? Regular el sistema de créditos, mejorando la información entregada y la medición de posibles efectos sobre población de riesgo; facilitar las re pactaciones, mejorar la educación financiera y sobre todo, trabajar para eliminar los sistemas de deuda adjunta, aquella ligada a educación o sistemas de interés aplicado a servicios básicos, pero la principal solución, es buscar una estructura de gobierno que entregue y facilite el crecimiento país, y de esta forma, disminuir la deuda de "sobrevivencia", que es aquella utilizada para mantener el hogar en condiciones de crisis y bajos ingresos.
causas el endeudamiento
Los motivos que generan estas cifras son variados, según Camilo Cornejo. Entre ellos están las facilidades de créditos, el deterioro en las condiciones económicas a nivel local, la falta de educación financiera, la privatización bancaria de las deudas educacionales, que genera profesionales con carga financiera inmediata y la desregularización de los sistemas de control económico sobre las personas de más bajos ingresos.
Dicho de otra forma, los superavances que genera un sobreendeudamiento que no considera otros gastos asociados, sólo la condición "actual".
fragilidad socioeconómica
Para el economista del Centro de Estudios de Corbiobío, Ariel Yévenes el importante incremento en el número de personas que han caído en morosidad es una constatación más de la profunda desaceleración económica que atraviesa nuestro país y que no sólo implica el deterioro de variables macroeconómicas sino que a la postre termina impactando en las personas y familias.
También evidencia la fragilidad socioeconómica en que se desenvuelven las familias, aún cuando en ellas no haya impactado directamente el empleo. En este sentido, cabe considerar estos datos, también, a la luz de otros emanados desde las encuestas de percepciones económicas de Corbiobío por ejemplo, respecto de lo ajustado de los ingresos familiares para solventar incluso necesidades básicas, lo que en muchos casos obliga a las familias a endeudarse ante la más mínima emergencia o gasto imprevisto.
necesidades básicas
Lo preocupante es que mucho del endeudamiento muestra que las familias no suelen endeudarse en gastos superfluos o lujos y mucho menos en pos del aprovechamiento de oportunidades de inversión, sino por la obligación de satisfacer necesidades básicas en un escenario de ingresos familiares muy estrechos.
Lo anterior queda de manifiesto en que la morosidad tiende a concentrarse en el retail, que ofrece condiciones de endeudamiento en muchas oportunidades, en bienes de primera necesidad como compras en supermercado, con todo lo complejo y poco sano que significa un endeudamiento en bienes no duraderos ni que generen flujos de ingresos posteriores que permitan solventar los pagos futuros.