Cada año son distintos los días que se celebran de enfermedades y patologías, como una manera de crear conciencia en la población frente a éstas. Una de estas conmemoraciones es el Día Mundial de la Espondiloartritis, una enfermedad reumatológica crónica cuyos síntomas se asocian al lumbago típico o dolor de espalda, que se conmemora cada 7 de mayo.
Esta enfermedad inicia a una edad temprana, en general antes de los 40 a 45 años, y persiste por más de tres meses dándose más bien con el reposo, llegando a interrumpir el sueño nocturno.
La doctora Annelise Goecke, presidenta de la Sociedad Chilena de Reumatología Sochire y jefa de la Sección de Reumatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, explicó de manera clara que la Espondiloartritis es más frecuente en hombres jóvenes, aunque también puede presentarse en mujeres. "Esta es una enfermedad reumatológica crónica y de carácter inflamatorio autoinmune", aseguró.
La patología ataca tejidos propios del organismo y genera bastante inflamación. El principal blanco de la hinchazón que se produce por esta enfermedad es la columna de las personas, que se manifiesta como un lumbago y con rigidez lumbar.
IMPORTANCIA DEL DOLOR
La experta planteó que el síntoma que provoca la Espondiloartritis es el dolor, que muchas veces puede llevar a producir repercusiones muy significativas. "Por el dolor y la inflamación, esta enfermedad puede generar discapacidad importante con dificultad de los pacientes para realizar las actividades de la vida diaria", detalló.
Al mismo tiempo, Goecke no dejó de mencionar que si la enfermedad es más severa y no se controla de manera correcta con el tratamiento, puede llevar a que las articulaciones restrinjan o pierdan sus rangos de movimiento. Lo anterior, debido a que existe calcificación de ligamentos y formación de hueso que une las articulaciones, derivando en rigidez, especialmente en la movilidad de la column vertebral y las caderas.
"Cuando esto ya ha ocurrido, el tratamiento no lo puede corregir. De ahí la importancia de un diagnóstico oportuno", agregó.
Por otra parte, la doctora precisó que muchas veces los pacientes pueden presentar dolor de espalda por actividades de su vida cotidiana, dejando pasar meses o mucho tiempo desde que comienza el malestar lumbar, que por lo tanto interfiere en el diagnóstico rápido.
"El dolor de espalda por cansancio es común en todos los individuos cuando se ha estado frente a un exceso de trabajo físico o presión psicológica. También cuando no se ha dormido las horas adecuadas o el sueño no es reparador. Pero si el cansancio se da sin que haya una explicación evidente, puede estar relacionado a una enfermedad y se debe consultar", afirmó.
TESTIMONIO DE UN PACIENTE
Mientras algunos sufren de enfermedades como la diabetes, hipertensión o anemia, otros pacientes deben aprender a vivir con la Espondiloartritis de una u otra forma.
Natalia González, es la directora ejecutiva de la Fundación Espondilitis Chile pero también una paciente de la patología que ha tenido que asimilar que algunas cosas de su vida cotidiana simplemente no puede realizarlas. "Hay que aprender a vivir con la frustración de no poder hacer todas las cosas que se hacían antes, cosas tan simples como usar zapatos bonitos, en mi caso", comentó.
González además precisó que muchas veces la opinión de los demás también puede afectar el proceso de asimilación que requiere una enfermedad como esta. "También hay que aprender a lidiar con las opiniones de los demás, que no te creen, que recomiendan remedios alternativos, te tratan de alaraco, etc. Uno aprende a tener paciencia, pero se achica mucho la red de apoyo y sé que a muchos nos pasa lo mismo", apuntó.
Es así, como González ha logrado poder seguir con su vida normal y su rutina diaria aprendiendo a ponerse límites propios respecto de lo que puede o no hacer. "Si bien tengo más fatiga y dolor, mantenerse activo es lo mejor que se puede hacer. Trabajar, seguir estudiando o ir al cine. Es difícil más que por la enfermedad, por lo que implica el tratamiento, económicamente y en mi caso que debo hospitalizarme periódicamente", mencionó.
Al preguntarle qué le aconsejaría a alguien que recién comienza a lidiar con esta patología, la directora de la fundación sugirió preguntar todo al médico tratante sin ninguna vergüenza. " No hay que quedarse con duda. Estudien mucho, en páginas web serias como las de agrupaciones de pacientes o sociedades de reumatología", agregó.
Finalmente, González aseguró que nunca se deja de aprender a vivir con alguna enfermedad crónica como lo es la Espondiloartritis. "Todos los días pueden ser una sorpresa y uno más bien aprende a vivir con esa parte", concluyó.