Banco Asiático de Desarrollo pide a Estados Unidos que continúe invirtiendo
Ante la incertidumbre sobre el compromiso de Washington con las entidades multilaterales bajo la Administración del Presidente Donald Trump, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) pidió ayer que Estados Unidos continúe invirtiendo en la en la institución.
La apuesta de capitales estadounidense ha sido "eficiente y productiva" a lo largo de los años, dijo el presidente del BAD, Takehiko Nakao, en la última jornada de la quincuagésima edición de su junta anual celebrada en la ciudad japonesa de Yokohama, al sur de Tokio.
"Espero que esta administración continúe apoyándonos", declaró Nakao.
Los principales contribuyentes financieros del BAD son Japón y EE.UU., cuyo papel y relevancia han sido cuestionados tras la puesta en marcha del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), patrocinado por China, proyecto al que ninguno de los dos países ha decido unirse finalmente.
El proyecto, desde su fundación en 2015, ha logrado sumar más miembros (70) que el BAD, donde, de acuerdo a las declaraciones de Nakao, estas naciones quieren "cooperar" más que competir.
El Banco Asiático de Desarrollo celebró su junta anual con la vista puesta en una serie de desafíos sobre la pobreza y el crecimiento sostenible en medio del avance del proteccionismo.
Titulares de Finanzas, gobernadores de bancos centrales y delegados de sus 67 países miembros, participaron durante cuatro días en reuniones en las que se pidió responder a las necesidades cambiantes de diversos países del encuentro, abordar el cambio climático y la desigualdad de género.
El BAD también acordó promover la cobertura sanitaria universal y hacer que los países en desarrollo estén mejor preparados para lidiar las pandemias de rápida expansión que pueden convertirse en factores de riesgo económico.
La próxima junta tendrá lugar en Manila en 2018.
repercusión china
China afronta una serie de retos estructurales que podrían repercutir en Japón, dado que Pekín es el principal socio comercial de Tokio, y su principal fuente de turistas extranjeros, por lo que cualquier problema allí tendría repercusiones inmediatas.