Aida Mora busca llegar a los niños con relatos cotidianos
Mediante un relato suave y una narrativa cotidiana plasmada en sus libros, Aida Mora busca conectar a los niños con ciertos hechos que ocurren en la vida real.
"Abordo temáticas del diario vivir, porque me considero una persona corriente", dice la escritora local con 25 años de experiencia en las letras.
En cuanto tuvo la posibilidad de exponer sus creaciones en la 5ª Feria del Libro de Artistas del Acero, que estará en Espacio Romano hasta este miércoles; la autora no se pudo negar de mostrar ahí su trabajo autogestionado.
"Me invitaron y acepté traer mis textos, para que la gente vea lo que hago", comenta, quien en su mayoría escribe sobre literatura infantil.
Respecto a las temáticas que usualmente incluye en sus textos, Aida Mora dice que tienen relación con sucesos universales y no necesariamente abocadas a la zona. Esto, debido a que ha ido sumando experiencias en distintas ciudades del país.
"Tengo unos cuentos sobre la tierra, el rescate de juegos antiguos y de lo superficial que resulta la vanidad. En general, de diferentes cosas que circundan al ser humano, pero todo con un lenguaje suave para que los menores lo entiendan de la mejor forma", señala.
LETRAS CON SENTIDO
A sus 64 años, la escritora reconoce que escribir está lejos de ser un hobby. La literatura, expresa, significa pasión y felicidad.
"Yo amo a los niños. Si yo tuviera la fuerza para dejar de crear libros, lo haría, pero no está en mí. Esto me hace sentir plena", comenta la autora con residencia en San Pedro de la Paz.
- El hecho de compartir tanto con mis hijos, me llevó a escribir libros. Yo quiero a los niños. Entonces, quise realizar algo con lo que pudiera darle un abrazo a todos, aunque no necesariamente fuera de manera física. Siempre he creído que mediante mi narrativa puedo estar cerca de ellos. En ese sentido, yo he cumplido mi deseo, aunque la difusión de mis libros es bastante limitada.
- Mis libros son de tipo artesanal de bajo tiraje. Voy sacando 50 copias, de manera de no endeudarme tanto. Eso sí, los distribuyo yo misma, casi a mano. Y es un problema, porque si bien yo puedo financiar la impresión, me cuesta mucho la distribución.
UNA MIRADA OPTIMISTA
Pero a pesar de las limitaciones del escenario literario en Concepción, como en otras partes del país, la autora no pierde sus ganas de crear, por el contrario, aumentan.
"He mantenido este trabajo en la medida de mis posibilidades y lo seguiré haciendo hasta que no pueda más". apunta.
-Años atrás me inscribí en la Sociedad de Escritores de Chile, y estoy conectada con eso, pero tengo pocas posibilidades de viajar a Santiago. Acá también he participado en distintos grupos, pero por razones personales me he ido alejando.
- Yo creo que la gente lee harto acá, pero siempre se dedican a comprar libros de autores famosos. Sin ir más lejos, en la Feria del Libro, donde estoy ahora; la gente no se atreve a adquirir libros de autores no tan conocidos como yo. Y eso que en mi stand los precios son bajos.
TRABAJO EN FAMILIA
La colaboración de sus hijos, Sofía y Enrique Fernández, es fundamental para la escritora. "Ellos también vibran con el arte y son muy emprendedores", señala.
Sofía interviene en los escritos de su madre, mediante la ilustración. "Ahora ella está dedicada a la coordinación de cuentacuentos con mi libro 'El país de los calcetines guachos', que aún no se publica", dice Aida. En tanto, Carlos le ayuda en la impresión.
-La tienda "Hecho en Conce", expone algunos de mis libros. Otras publicaciones se pueden encontrar en Zaguán. Y es importante mencionar que la editorial LAR de Omar Lara, publicó "Craneomares, cori core volándolas", en 2015, que es el más importante para mí, porque se trata de un texto para imaginar y dibujar.