"Logan": el final que merecía alguien como "Wolverine"
Hablar de Hugh Jackman en el rol de Wolverine es referirnos al primer gran superhéroe de Marvel, que triunfó en la pantalla grande. Antes de "X-Men", dirigida por Bryan Singer en el 2000, la presencia de esta casa de comics era inexistente en el séptimo arte. Varias adaptaciones fracasaron a principios de los 90 y sólo existían un par de series de televisión con un éxito relativo.
Por lo mismo, la aparición de este personaje como el gran héroe de los mutantes fue el punto de quiebre de lo que ocurriría en los años siguientes, hasta llegar a la actualidad, donde las cintas de superhéroes dominan la taquilla internacional.
"Logan" (2017) es la última película de Jackman en el rol. Desde su preproducción se anunció que esta entrega final se trataría de un filme para mayores de 18, en un intento por darle al personaje mayores libertades en cuanto a violencia y ferocidad (tal y como ocurre en los comics).
Dirigida por James Mangold, la cinta se sitúa en el 2029, en un mundo donde los mutantes se encuentran prácticamente extintos. Logan trabaja como chofer de limusina y mantiene con vida a su último amigo: el senil profesor Charles Xavier (Patrick Stewart). En este escenario apocalíptico, una luz de esperanza aparece cuando Wolverine conoce a la pequeña Laura, que parece tener exactamente los mismos poderes y habilidades que él.
Lo primero es señalar que esta película posee un tono diametralmente diferente a casi todo lo relacionado a los X-Men que hemos visto hasta ahora en el cine.
La narrativa nos muestra de manera inteligente algunos datos claves para comprender el mundo en el que estamos situados, pero de una manera sutil.
No existen esos tediosos diálogos expositivos de los que abusó "X-Men: Apocalipsis", ni tampoco la historia nos lleva a un enfrentamiento por evitar el fin del mundo.
Todo lo contrario. "Logan" es una historia menor, puntual y extraordinariamente íntima.
Jackman entrega una formidable última interpretación, entregándole mucha humanidad al personaje. Al mismo se luce en las escenas de acción, algo a lo que nos tiene acostumbrados.
Patrick Stewart también entrega un papel convincente, con una mirada más oscura y desdichada del clásico Profesor X.
Laura, la pequeña mutante, es probablemente el mejor personaje de acción del metraje y cada una de sus escenas está magníficamente realizada.
Y es que lo interesante de la película es que juega con la vulnerabilidad de ciertos personajes, que con el correr de la franquicia consideramos prácticamente inmunes. Hay un sentido de urgencia, una sensación de peligro constante hacia los protagonistas. Eso es lo que permite que, desde la excelente escena inicial, queramos conocer más sobre lo que aqueja emocionalmente a los protagonistas.
Desde lo visual, la cinta utiliza bien los colores para contribuir a esta sensación desértica, que no sólo la vamos en los paisajes, sino en la construcción de los propios personajes.
Las escenas de acción están bien realizadas y son evidentemente más crudas que otras cintas de superhéroes.
Las fallas: probablemente el ritmo pudo ser algo más ágil. Faltaron escenas que ayudaran a tener más de contexto de lo ocurrido previamente en la historia.
Igual, "Logan" es el tipo de adaptaciones a los comics que son necesarias, tanto por su respeto a la esencia del personaje original, como al respeto por el buen cine.