"Hemos avanzado. Nos quedan ocho viviendas por comenzar a construir y otras tres mil 747 de las nueve mil con defectos constructivos que aún las conservan y que están en reparación, de tal manera que al término del Gobierno esperamos tener esta materia egresada".
Con estas palabras, el intendente de la Región del Biobío, Rodrigo Díaz, puso los plazos para concluir la reconstrucción de viviendas afectadas por el terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010, en la conmemoración de los siete años de la tragedia que devastó a la Región, jornada que incluyó actividades en Chiguayante, Concepción y Dichato.
Cifras pendientes que este medio anticipó en su edición del sábado pasado, donde el seremi de Vivienda, Jaime Arévalo, explicó que de los 48 proyectos de reconstrucción recibidos con fallas sólo restan cinco por reparar, siendo el más significativo el condominio social Mirador del Pacífico en Talcahuano, que tiene fecha en la entrega de las reparaciones para marzo del próximo año.
"Nos encontramos con un avance significativo en la construcción de viviendas y soluciones viales. No obstante, habían algunas viviendas que entregar y unos subsidios decretados que se debían traducir en una vivienda física, además de algunas viviendas que presentaban problemas constructivos que han debido ser abordados en el tiempo", explicó Díaz, respecto a la inversión cercana a los 42 mil millones de pesos para reparar las nuevas viviendas.
Además, la máxima autoridad regional relevó el resto de los avances conseguidos tras asumir el Gobierno de Michelle Bachelet y explicó las principales complejidades del trabajo de reconstrucción.
"En otras materias nos hemos tenido que abocar, donde hubo que inyectar energías y mover recursos. Por ejemplo en la construcción de nueve cuarteles de bomberos, cinco comisarías de Carabineros. En Coliumo, por ejemplo, tuvimos que construir un borde costero. Entregamos todos los paraderos del tren; aspectos que no son considerados ni mencionados en la reconstrucción, pero que tienen materialidad y nos han permitido mejorar nuestros estándares", planteó.
-Lo más complejo fue enfrentarnos a la frustración de personas que esperaban una solución y tenían fallas constructivas. Uno puede entender lo racional, pero lo emocional de la situación para cada una de las personas es algo que los violentó. El cambio de autoridades significó que ellos revivieran ese sufrimiento y nosotros encontráramos una solución definitiva para un problema que aparecía jurídicamente resuelto. Se hizo con altura de miras, la que se mantuvo a nivel político; fuimos muy republicanos en la Región para abordar estos problemas.
OBRAS URBANAS
Otro de los aspectos abordados en la conmemoración de los siete años del terremoto y tsunami tiene relación con las obras de recuperación urbana que se han realizado en la Región. En Dichato, donde se avanza en la tercera etapa del parque de mitigación que debería ser entregado en noviembre próximo, la autoridad destacó el positivo avance en la renovación de espacios.
"Este es uno de los últimos proyectos de obras urbanas que nos queda concluir, donde hemos trabajado en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas. Tendremos un borde costero de primer nivel en Dichato y este es parte de los 74 proyectos urbanos post terremoto que llevó adelante el Minvu, con 60 terminados, trece en ejecución y uno en San Carlos que esperamos comenzar en marzo próximo", detalló Jaime Arévalo, seremi de Vivienda, agregando que la cartera de proyectos estaría cerrada en el último trimestre de este año, a más tardar a comienzos de 2018.
En el caso del parque de mitigación de Santa Clara, en Talcahuano, proyecto emblemático de la denominada "zona cero", la autoridad explicó que "es de gestión municipal, con recursos del Gobierno Regional. El detalle debe ser entregado por ellos".
De esta forma, la Región conmemoró los siete años de una de las catástrofes que mayor impacto tuvo en la ciudadanía y que cambió la manera de comprender la relación con la naturaleza y su incomparable fuerza.