Crisis de MasVida genera cese de convenios con prestadores locales
A minutos de que María Isabel Vásquez (59) tuviera su sesión número 20 con el kinesiólogo, para tratar la operación en un hombro, y que le dieran hora para la tercera y última etapa de su tratamiento, se le comunicó que ya no podría seguir realizándolo con el profesional que la atiende en el Hospital Clínico del Sur.
La razón es que el centro hospitaliario terminó el convenio que mantenía con Isapre MasVida debido a dineros impagos que mantendría la entidad con dicho recinto de salud. Esta es la situación que están viviendo parte de los 47.671 cotizantes de la aseguradora privada en el Biobío y sus familias, por la crisis económica que atraviesa la entidad y que ha derivado en términos de convenios con distintos prestadores institucionales y particulares.
La firma atiende a nivel nacional a más de 307 mil personas.
CLÍNICO DEL SUR
Tras la situación vivida en el Hospital Clínico del Sur, Vásquez contó que "la única manera de continuar con el tratamiento en el hospital (Clínico del Sur) es que pague particular, $15 mil cada sesión, o el programa completo (10 sesiones) que sale $120 mil", expuso la usuaria.
La mujer de 59 años además contó que tras realizar el reclamo, MasVida le entregó un listado para que averiguara con qué prestador aún mantienen convenios vigentes y así seguir con el procedimiento que se le realizaba.
"A mí lo que más me preocupa es mi tratamiento, porque tendré que hacerlo con otra persona que no tiene idea de lo que me estaban haciendo", declaró la mujer.
CASO GES
Una preocupación aún mayor es la que tiene Mónica Reyes. Durante este mes -o más tardar en marzo- el equipo de profesionales de la Clínica Santa María de Santiago le informaría si su hija de dos años iba o no a ser operada de la cardiopatía congénita (patología GES) que tiene desde que nació. Sin embargo, a raíz de la situación de la isapre, el convenio con ésta también se canceló, por lo que el último control no lo realizarán los profesionales que la llevan atendiendo más de un año y medio.
"Me llegó un comunicado desde la clínica informando esto (…). Si tengo que operarla ahora, tendrá que ser particular (situación que considera imposible) o ver dónde MasVida tiene convenio GES, pero parece que tiene las puertas cerradas en todos lados (…). En este momento estoy en el limbo", expuso con preocupación la mujer.
Reyes teme que la solución que le pueda dar la isapre sea de menor calidad que la atención que ahora recibe su hija.
DEJAN DE ATENDER
Al término de convenios que están realizando los prestadores se suma que los prestadores individuales (profesionales de la salud) tampoco están atendiendo a los usuarios.
María Elena Valdés contó que su hija tenía su sesión con el fonoaudiólogo, la última de 10 que tenía que realizarse. Por suerte para ella, esa era la última semana que el profesional atendía pacientes de MasVida. "Le dijo a mi hija que era porque desde septiembre que no le pagaban los bonos", contó Valdés.
Otras usuarios también han precisado vía redes sociales que son diversos los médicos o profesionales del área de la salud que no están atendiendo a usuarios de MasVida.
EVALÚAN
A raíz de la situación que les ha tocado vivir por la crisis económica de la prestadora de salud, estas personas evalúan la posibilidad de moverse de isapre, pese a lo complejo que podría ser.
"El problema que tengo con mi marido es que a esta edad (59 yo, y 62 mi marido), ninguna isapre nos recibirá", declaró Vásquez.
En el caso de Reyes la complejidad pasa por la preexistencia de la enfermedad de su hija, lo que hace que sea muy complejo cambiar de aseguradora de salud. La única opción sería Fonasa.
Aunque Silvia Soto no ha tenido estas complicaciones, también está evaluando moverse a otra isapre: "Yo estoy cotizando en otras aseguradoras para realizar el cambio". La cotizante expuso que está tomando los resguardos ante los posibilidad de que el plan sea reajustado considerablemente.
"No podría soportar ese aumento y, por lo tanto, tengo la libertad de cambiarme", enfatizó Soto.
Cabe precisar que según información entregada por la Superintendencia de Salud a El Mercurio, MasVida pasó de 560.935 mil usuarios en noviembre de 2016, a 550.047, por lo que hubo una fuga de casi 11 mil personas en tres meses. En el caso local, la variación fue de 511 cotizantes, pasando de 48.272 a 47 mil 761.