Actor penquista protagonizó obra solidaria en los incendios
El desolador paisaje con que se encontró el actor penquista Marco Ramírez, el pasado 24 de enero, en su regreso en bus a Concepción, hizo que el integrante de la compañía penquista La Otra Zapatilla partiera al día siguiente hacia Hualqui. Su objetivo era uno solo: ayudar en lo que se pudiera a la gente del sector afectada por los incendios forestales.
Para ello tomó su motosierra y automóvil parando en aquellos sectores donde podía colaborar con la herramienta adquirida durante las semanas previas al siniestro. "La compré, porque siempre vi a mi abuelo y papá que tenían el hobby de arreglar cosas, para lo cual contaban con varias herramientas, pero siempre prestando un servicio a los demás. Aquello de ver a mi abuelo ayudando al resto me motivó a ver la vida de otra forma y hacer las cosas del mismo modo. Por eso cuando pasó esto de los incendios pensé que tenía que salir con la motosierra y ver qué podía hacer", cuenta ya con tranquilidad en de días de calma en el fuego.
Sin embargo, las palabras del integrante del grupo teatral desde su fundación en 2008 proyectan una sensación que, incluso, supera la contingencia forestal. Es el sentido de ayuda desinteresada al otro, por la simple necesidad que se generan de este tipo de situaciones. "Me paré donde había fuego y me contactaba con Carabineros o Bomberos, y ellos me decían que hiciera un cortafuego en tal o tal lugar", apunta el actor de 34 años.
- La necesidad de ayudar, lo que viene desde chico. Eso tiene que ver con la forma en cómo observé a mi familia, cuando se daban este tipo de situaciones, por ejemplo el 27/F. Lo de colaborar es algo que tengo y está, no más, más que sea algo programado. Salgo, no más, sin ponerse a pensar consecuencias. Es algo que se genera al ver que el otro está sufriendo y que uno puede hacer algo.
EL TEATRO Y LA VIDA
Después de recorrer la zona de Hualqui, Marco Ramírez emprendió rumbo a Florida, junto a algunos familiares. Allí se encontró con un paraje igualmente desolador, aunque también esperanzador en tanto en sentido humano.
"Había gente que sólo se dedicaba a pasear y entorpecía al resto, los que estábamos ayudando", apunta, destacando la gran cantidad de personas que estaban colaborando con la cruzada derivada de los incendios.
"Aunque no podría decirte una cantidad, era mucha gente (...) En un lugar de trabajo te podías encontrar con 100 personas y algunos metros más allá otras 100 que también andaban ayudando", comenta, quien también se encontró con colegas artistas y amigos del colegio en su periplo. "Es grato darse cuenta que hay gente que ayuda al resto", señala.
- Creo que tiene que ver con el ponerse en el lugar del otros, con la empatía. El teatro siempre te lleva a tomar diferentes roles en el cual uno como actor tiene que insertarse en la vida de otro, investigar y, finalmente, absorber las experiencias de lo que vivió ese personaje. Esa es la relación que podría hacer acá: saber que hay gente que sufre y uno puede hacer algo. Es el impulso de realizar algo efectivo. Ir al lugar in situ y tangible.
- Es una mezcla de emociones que tienen que ver con la pena en una primera impresión, pero también de mucha rabia. Con estas situaciones uno se da cuenta que las cosas están mal y te preguntas ¿hasta cuándo seguirá esto? Con los incendios, yo estuve ahí, y me di cuenta que los terrenos están erosionados, por lo tanto, cuando se prende es una dinamita. Eso molesta, porque uno se pregunta dónde están los que se hacen cargo desde la empresas o gobierno. Llevamos años y situaciones de las cuales deberíamos hacer algo y aprender. En Chile se actúa de acuerdo a lo que acontece, pero no se previene sobre lo que puede suceder. Todo esto ha sido muy de intereses propios hasta ahora.
- Así es. Como te decía, los días que anduve ayudando me encontré con algunos colegas artistas, también músicos y fotógrafos. La idea es salir para prestar ayuda, pero que ahora tenga que ver con la recreación de la gente (...) Es importante poder conversar con ellos, con los niños, llevarles música y actividades de recreación. Pasa mucho que frente a este tipo de situaciones, donde efectivamente la ayuda es inmediata, pero que en mediano o largo plazo se va perdiendo. Por eso lo que queremos es que sea contante en el tiempo. Los incendios pueden acabar, pero la reconstrucción será un tema de largo plazo. En los sectores afectados, la gente tiene la necesidad de soltar y decir lo que sienten, desean o necesitan. La idea no es concentrar la ayuda en un punto, sino que ir rotando al interior de Hualqui o Florida.
- Claro ir dando vueltas y también planificando.