Estructura en forma de butaca evita el efecto látigo en caso de choques
Antiguamente los más pequeños de la familia salían en los automóviles solamente tomando la precaución de abrocharse el cinturón de seguridad. Pero esto cambió hace algunos años, cuando la ley exigió el uso de sillas de retención para la seguridad de los menores.
Hasta hoy, el reglamento sólo exigía que los niños de hasta cuatro años se trasladaran con este sistema y se prohibió que viajaran en el asiento del copiloto.
Según las declaraciones del intendente del Biobío, Rodrigo Díaz, que estuvo presente en la campaña de difusión sobre el uso de las sillas de retención infantil en niños de hasta ocho años, "los padres deben empezar a planificar con tiempo la adquisición de estas sillas de acuerdo al peso y la edad de los menores, para así disminuir los riesgos de fatalidades", comentó.
Recientemente se realizó la campaña de difusión de la nueva normativa, que comenzará a regir desde marzo de este año, donde la tienda 'Baby Infanti' realizó una exhibición de los distintos modelos, de acuerdo al peso y edad de los niños.
"Si compramos la silla adecuada, la utilizamos bien y llevamos a nuestros hijos en los asientos traseros, no sólo estaremos cumpliendo la ley, sino también protegiendo de mejor manera a las personas que más queremos, que son ellos", recalcó el intendente.
Estudios publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que los sistemas de retención infantil correctamente instalados previenen entre un 50% y un 80% de las lesiones mortales y graves, algo muy relevante considerando que en Chile la primera causa de muerte en niños entre 1 y 14 años son precisamente los accidentes de tránsito.
QUÉ RIESGOS SE EVITAN
Bajo el criterio de Omar Jerez, docente de la carrera de Protección de Riesgos de la Universidad Santo Tomás, el correcto uso de estas sillas permiten retener en su sitio al niño cuando el vehículo sufre cualquier tipo de emergencia como choques, colisiones o volcamientos.
"La protección está dada por su estructura, que posee una forma de butaca que logra asegurar no sólo la cabeza del niño y su columna vertebral, sino que también lo resguarda lateralmente, evitando el nefasto 'efecto látigo' o segundo choque", afirmó.
Sin lugar a dudas, como planteó Jerez, este sistema de seguridad está considerado dentro de la ley para amparar la seguridad de los infantes. "Aquellos que no usen las sillas se exponen a salir expulsados violentamente del vehículo, principalmente por el parabrisas o ventanas laterales", comentó el docente.
Asimismo, los menores también se arriesgan a golpearse bruscamente contra la estructura del auto, con todas las consecuencias imaginables. "Pueden sufrir moretones, esguinces, fracturas y la peor consecuencia: la muerte", añadió Jerez.
USO SEGÚN EDAD DEL MENOR
Tomando en cuenta que la nueva ley comenzará a regir desde marzo, serán muchos los progenitores que tendrán que acudir a comprar las sillas, debido al nuevo rango de edad exigido.
Claudia Figueroa, docente del Área de Procesos Industriales de Inacap Concepción-Talcahuano, explicó que las sillas de retención infantil "reducen un 75% de las lesiones producidas en caso de accidentes de tránsito, porque evitan el impacto del infante contra otros ocupantes y elementos del vehículo".
Según la experta, hay que tener presente la edad del menor para saber acomodarlo bien en la silla. "Por ejemplo, los lactantes distribuyen su peso en la parte superior del cuerpo. Su cabeza es casi un cuarto de su masa corporal y no saben erguirla", detalló. Por esto mismo recalcó que deben viajar mirando hacia atrás, con la inclinación correspondiente para que su cabeza no se mueva hacia adelante.
Por otro lado, Figueroa mencionó que los niños pequeños también tienen el peso distribuido en la parte superior, pero la cabeza ya la sostienen. "Pueden viajar mirando hacia delante, aunque por su desarrollo óseo muscular, aún requieren arnés o cojín de seguridad interno", agregó.
De acuerdo a la experiencia de la docente, al momento de comprar el sistema de retención se recomienda llevar el vehículo y solicitar una demostración del montaje.
"Sugiero instalar al hijo en la silla para comprobar si está cómodo y seguro y si se ajusta bien al auto", finalizó.