Daños respiratorios y oculares son los más comunes con los incendios
Duras jornadas ha vivido la zona centro sur del país tras los incendios forestales que la han afectado. El humo y las cenizas han formado parte casi normal durante las últimas semanas, y esto mismo puede generar distintos problemas para la salud.
Los ojos y las vías respiratorias es lo que más se ve perjudicado al momento de estar en contacto directo con las emanaciones que provocan las llamas.
Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, explicó que "el monóxido de carbono que se produce en estos casos, es un agente nocivo que se origina por combustión incompleta de la materia orgánica como papel, madera, combustibles o aceites".
Debido a la gran cantidad de catastros en diversas zonas, el aire se ha vuelto mucho más denso y difícil de respirar, por lo que es necesario tener en cuenta algunas medidas básicas para evitar síntomas y lesiones mayores.
DETERIORO DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS
El monóxido de carbono que se produce en los incendios, es un gas incoloro, inodoro, insípido y menos denso que el aire, que además tiene una afinidad 200 veces más por la hemoglobina que el oxígeno, por lo tanto, aspirarlo es altamente dañino.
Es importante señalar que respirar el humo en escenarios como los que ha pasado el país durante estos días, es algo inevitable, sobre todo en los sectores más afectados.
El también toxicólogo detalló que "el monóxido de carbono ingresa por la vía respiratoria, compitiendo con el oxígeno del aire que respiramos, uniéndose a la hemoglobina y formando 'carboxihemoglobina'. Esta no tiene capacidad de transportar oxígeno a los tejidos del organismo, sufriendo daño por falta de oxigenación".
Respirar directamente el humo puede tener ciertas consecuencias que se revelan, a través, de síntomas como dolor de cabeza y mareos.
"Las personas pueden manifestar signos como cefalea, irritabilidad, disminución de la capacidad intelectual, fatiga, nauseas, confusión, taquicardia, compromiso de conciencia y en casos severos convulsiones y paro respiratorio", afirmó Torres.
Dentro del mismo contexto, los lactantes y los niños más pequeños pueden presentar síntomas de apnea e hipotermia.
Asimismo, es preciso tomar las medidas adecuadas en caso de respirar monóxido de carbono.
"Evitar la exposición directa con el humo, mantener ventanas y puertas cerradas, utilizar mascarilla y una buena hidratación son precauciones básicas", indicó el experto.
Además, incorporar alimentos ricos en vitamina C, cambiarse de ropa con frecuencia y en los casos más críticos evacuar la zona, son otras recomendaciones que hay que tener en cuenta.
El toxicólogo agregó que en caso de que una persona esté expuesta al monóxido de carbono presentando los síntomas anteriormente mencionados, es necesario retirarlo de inmediato del lugar, teniendo presente que la persona que rescata debe tomar todas las precauciones para no verse afectada.
"Debido a lo anterior, aquellos que estén trabajando en las zonas dañadas también deben tomar medidas. Tienen que hacerlo con un equipo especializado, pañuelos húmedos y, en general, evitar exponerse al humo de forma directa", mencionó Torres.
También se debe tener cuidado con los niños, quienes tienen que evitar jugar en el suelo y, al momento en que la gente comience a limpiar las cenizas, "es importante usar mascarilla y mojar el suelo antes de barrer", agregó el académico.
PRECAUCIONES OCULARES
Así como las vías respiratorias pueden verse muy afectadas con el humo de los incendios, los ojos, que son una parte muy superficial en el rostro, también suelen presentar ciertos daños, para lo que igualmente es bueno tener cuidado y ser precavidos.
La tecnóloga con mención en oftalmología, Mónica Troncoso, directora del Departamento de Tecnología Médica de la Universidad de Concepción, recalcó que lo más importante para cuidar los ojos en estos casos es usar gafas protectoras o antiparras que eviten la entrada del humo. "Es esencial la utilización de estos elementos, cualquiera sea, porque evitan el ingreso de distintas particulas a los ojos", comentó.
Por otro lado, algo que suele ser muy común con los incendios es el viento que se produce a raíz de estos mismos. "En estos casos, las gafas van a evitar el contacto con hojas o arena que pueden llegar a prevenir la irritación de la córnea o conjuntiva", apuntó Troncoso.
La especialista recomendó que en caso de que los ojos sufran contacto directo con el humo, es muy importante no restregarlos, porque los mismos elementos que entran a los globos oculares pueden erosionar la superficie, llegando a ulcerar el tejido, siendo esto algo muy doloroso.
Con el humo, los ojos tienden a resecarse y causar molestias. Según la tecnóloga "antes de enfrentar el ambiente lleno de emanaciones, es necesario lubricar, especialmente los usuarios de lentes de contacto. Para esto, recomiendo echarse lágrimas artificiales e insisto, adicionar el uso de gafas", acentuó.
Troncoso, explicó que algunos síntomas que pueden presentar los ojos debido al humo, puede ser ardor y la picazón, y en algunos casos la inflamación de los globos oculares.
"Ante ardor se usan las lágrimas artificiales. En caso de picor, sugiero usar antialérgicos o descongestionante, que no son el mismo tipo de gotas. Y si hubiera inflamación, también existen unas especiales para este síntoma", afirmó.
La experta sugirió que en caso de no encontrar las gotas para cada signo, se puede lavar y aliviar las molestias con suero.
Como han sido varios los días en que los incendios no han cesado, algo muy probable es que las manifestaciones y malestares oculares se mantengan durante un tiempo, sobre todo en las zonas que se han visto más afectadas porque el humo sigue presente en el ambiente.
"Cualquier afección que pueda parecer más grave, debe tratarse con un especialista. Mucha gente puede utilizar gotas que no son para el síntoma específico, por lo tanto, debe ser bajo vigilancia médica", agregó.
Por último, la especialista añadió que no se debe abusar del uso de las lágrimas artificiales o sino utilizarlas con cuidado. "El uso prolongado eleva la prevesión intraocular", finalizó.