Puestos móviles sin permiso preocupan al municipio penquista
Completos, anticuchos y jugos naturales son sólo algunos de los alimentos que se pueden encontrar a la venta en las calles de Concepción, los que por su bajo costo tienen gran demanda entre los peatones. Sin embargo, muchos de estos carros no cuentan con la autorización para funcionar.
Así lo aseguraron desde la Municipalidad de Concepción, donde informaron que la mayoría de los carros, que venden productos alimenticios en la vía pública no cuentan con los permisos pertinentes. Entre las zonas con mayor número de estos recintos se cuentan la Plaza Perú, el paseo peatonal Barros Arana y el Parque Ecuador, donde la conservación y manipulación de alimentos no cuenta, necesariamente, con el control adecuado. Hay anticuchos asándose en carros de supermercado, humeando incluso en el acceso a grandes tiendas.
Visión Profesional
Preocupada se mostró la jefa de carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Concepción, Sara Muñoz, ante la situación local de venta de alimentos en la calle. La especialista advirtió que la proliferación de microorganismos y bacterias como el Escherichia coli pueden multiplicarse si no existe un control exhaustivo de temperatura e higiene.
La nutricionista señaló, a modo de ejemplo, que a pesar de que los jugos de frutas pueden tener una menor manipulación, estos se conservan a temperaturas no controladas.
Por ejemplo, por estos días existen temperaturas sobre los 20 grados, lo que facilita la proliferación de microorganismos que alteran la inocuidad del alimento. Si bien no es fuente de un gran cultivo, existe la contaminación, aseguró la docente.
Más grave es la situación de los productos altos en proteína ya que son sumamente perecibles bajo temperaturas como la señalada. La ingesta de un alimento contaminado de estas características puede provocar daños severos en el organismo, aseveró.
La nutricionista también indicó que una diarrea generada por intoxicación puede producir altos niveles de deshidratación, por lo que llamó a los padres a ser rigurosos con los niños y no comprarles comida preparada en la calle, si ésta no cuenta con la debida autorización sanitaria.
A su vez, advirtió que como sus cuerpos son más pequeños y débiles, el resultado de este tipo de intoxicaciones puede ser mucho más grave.
Para la especialista, el desafío está en educar tanto a los consumidores, para que eviten la exposición a productos contaminados, como a los vendedores, quienes por necesidad o falta de trabajo se ven en la obligación de ofrecer estos alimentos sin tener los conocimientos básicos para su conservación y manipulación.
"A medida que nosotros los capacitemos ellos van a entender y conocer el riesgo que están produciendo en la salud de la población", detalló Muñoz.
FISCALIZACIÓN
Desde la municipalidad y la Seremi de Salud del Biobío informaron que las fiscalizaciones a este tipo de puestos se realiza en un trabajo mancomunado junto a Carabineros. Por una parte, el municipio está encargado de inspeccionar que los puestos cuenten con los permisos necesarios para la venta de alimentos, mientras la Seremi evalúa las condiciones en las que estos se elaboran y manipulan.
El seremi de Salud, Mauricio Careaga, reveló que "no tenemos un plan concreto para fiscalizarlos (carros de comida), ya que es a petición de los municipios, porque la responsabilidad primaria recae sobre ellos". Sin embargo, manifestó que si encuentran algún foco de insalubridad o enfermedades de transmisión alimentaria (ETA) actúan de inmediato.
Por su parte, desde el municipio precisaron que cuentan con un plan de fiscalización, el que se aborda respecto a las denuncias realizadas tanto por comerciantes establecidos, peatones o vecinos.
Actualmente, quienes venden comida en la calle de forma ilegal se exponen a una infracción y una multa definida por el Juzgado de Policía Local, medida pronta a cambiar, pues según informaron desde la Municipalidad se está trabajando en una nueva ordenanza mucho más rigurosa y específica para controlar la situación de venta irregular de alimentos en las calles de Concepción.