Cuando era niña, Nancy Herrera sufrió una enfermedad a la piel y junto con su familia se encomendaron a la Virgen María para curar su padecimiento, con el que convivió hasta los 18 años. Desde ese momento hizo una promesa que hoy, siendo adulta, sigue cumpliendo todos los años: llegar hasta el cerro La Virgen en Concepción.
"Esto uno lo lleva en la sangre. Mis padres así nos enseñaron y hoy nosotros lo estamos replicando con nuestras propias familias, mis hijas y futuro nieto", relató.
Así como ella, fueron miles las personas que durante la jornada de ayer participaron de la festividad de la Inmaculada Concepción en las distintas comunas del Biobío. Un momento de reflexión de una de las verdades de fe más importantes para el mundo católico y que marca el cierre del mes dedicado a la madre de Jesucristo.
El punto más importante del día se vivió durante la procesión realizada en Concepción y que reunió a cientos de personas, encabezadas por monseñor Fernando Chomali, quien valoró las muestras de fe de este 8 de diciembre. La peregrinación se inició a las 17 horas en el frontis de la catedral metropolitana y terminó en el cerro La Virgen con una misa presidida por el arzobispo penquista.
TESTIMONIOS DE FE
Nancy Herrera llegó cerca del mediodía junto a su hija y una sobrina hasta el Cerro La Virgen. Tras la larga caminata y sentada en una improvisada banca, contó que con lluvia o sol no deja de participar en esta festividad. "Nosotros hemos sido favorecidos por la Virgen. Tenemos una enseñanza de nuestros padres y esa fue una de las grandes herencias que nos entregaron, cuando partieron de este mundo", relató.
De manera similar, Óscar Bizama llegó ayer junto a su esposa y dos hijos. Desde hace 19 años realizan todos los años este mismo recorrido, como una forma de agradecer lo recibido durante el año. "Este último tiempo ha sido bien difícil, pues tengo a mi madre con una enfermedad terminal y esta ocasión también ha servido para pedir por su salud", contó emocionado.
Pero no sólo adultos fueron parte de esta festividad. Niños y jóvenes también marcaron presencia en el cerro La Virgen. Uno de ellos fue Sebastián Sánchez, de 19 años, quien desde los 10 años participa de un grupo Scout en el Liceo Andalién de Concepción, pero bajo el carisma de los Salesianos. "Esta es la instancia de la Región, junto a la peregrinación a Yumbel, donde los jóvenes pueden participar y mostrar su espiritualidad", afirmó.
FIESTA FAMILIAR
Previo a la procesión de la Virgen hacia el lugar de oración, el arzobispo de Concepción valoró la alta convocatoria que esta festividad tuvo en la zona. Este encuentro, según su visión, no sólo reúne a católicos sino que a cristianos en general.
"Yo estoy convencido que no sólo van personas que tienen un sentimiento religioso, sino que ven en la Virgen María un modelo a seguir, pues ella es humilde y hoy hay mucha soberbia", señaló.
Asimismo, calificó esta jornada como una fiesta familiar y diversa: "Vienen niños, jóvenes, adultas, con más o menos nivel cultural, porque la fe agrupa".
Por otra parte, Chomali aprovechó la ocasión para manifestar su visión respecto a la nueva movilización de los ex trabajadores de la mina Santa Ana, que se encerraron a 600 metros bajo tierra. "Yo lamento la actitud de los empresarios que abandonaron no sólo la mina, sino que a estos trabajadores. Me consta el esfuerzo que han realizado y ahora están desesperados. Espero que haya una solución", cerró.