Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras
Como en toda actividad humana, el periodismo tiene el deber de evolucionar al ritmo de las transformaciones que van sucediendo en la sociedad y, haciéndonos cargo de esta premisa, durante tres días debatimos acerca del rol que hoy cabe a nuestra profesión frente a la crisis de confianza; al descrédito en la política y a su acelerada deslegitimación y, desde luego, a la creciente influencia de los ciudadanos para influir en la agenda pública y en el poder.
En este escenario de cambios vertiginosos que suceden en el mundo entero y que apreciamos con tanta nitidez en Chile, la discusión elevada que tuvo lugar en el XXII Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, se constituyó en una ventana para observar, con cuánta claridad, sintonía y oportunidad se está desarrollando el periodismo en el concierto internacional y en el Chile de hoy.
Hubo análisis comparado entre lo que sucede en Europa, Estados Unidos, Asia y América Latina, pero sobre todo, tuvo lugar una contundente autocrítica para admitir que, en esta nueva realidad, donde se está modificando el concepto del poder, del orden social y de los distintos paradigmas como los conocimos durante décadas, el periodismo debe estar a la altura de las nuevas circunstancias, con mayor rigurosidad y apego, no sólo sobre los derechos, sino también sobre los deberes que le son inherentes.
Connotadas figuras del periodismo mundial y nacional dieron vida a este debate que no sólo congregó a autoridades, académicos, directivos y periodistas, sino también a numerosos estudiantes de las escuelas de Periodismo del país, discusiones que incluso repasaron detalles y lecciones por aprender, tras el rol profesional cumplido en el Brexit, en las recientes elecciones norteamericanas y en el proceso de paz en Colombia, por los comunicadores de estos países.
Para la Asociación Nacional y Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, es un orgullo haber aportado con esta iniciativa, que dejó implícita la necesidad de seguir trabajando en el rigor y mejor tratamiento de las fuentes noticiosas; en la necesidad de hacer más y mejor periodismo de investigación; en la incorporación de nuevas tecnologías y desde luego, en el apego a la ética y a la libertad de expresión, como derecho ciudadano irrenunciable en todas las sociedades del mundo.
Europa, a través de la BBC de Londres, será la próxima sede para seguir este debate y la nueva presidenta mundial elegida durante el Congreso, Sarah Gibson, editora de contenidos de este reputado medio de comunicación internacional, se fue con la inquietud de preparar otro gran Congreso para 2018.