"Estoy aquí porque el instituto Ceat tiene dos carreras duales: Telecomunicaciones y Automotriz. Ellos quieren mejorar el trabajo coordinado del sistema dual con las empresas e instalar una carrera de Mecánica. En estos días discutimos con los empresarios, estudiantes y profesores, revisamos los currículos necesarios para mejorar este proceso".
De esta forma, Klaus Schmidt explica los detalles de su visita a Concepción durante la semana pasada. El consultor internacional de educación técnica y capacitación alemán, perteneciente al Senior Experten Service (SES), una fundación de la industria alemana para la cooperación internacional, recorrió distintos recintos del país, entre ellos el Ceat de San Pedro de la Paz, para entregar asesorías a quienes aplican hoy el sistema dual, y en esta entrevista analizar los pasos que sigue el fortalecimiento de la educación técnico profesional.
"Alemania incorporó hace 25 años el sistema dual y gracias a mi experiencia, he trabajado con Inacap y otras instituciones de Chile. Es interesante ver cómo funciona el sistema tras su implementación y ver cómo va mejorando 'a la chilena'", afirma sobre el sistema que incorpora en los últimos años de enseñanza media jornadas prácticas en distintas empresas.
-El rol del sistema dual, cuando los jóvenes ingresan en mayor cantidad a los IP y CFT, es muy importante. Primero para los estudiantes, ya que ellos reciben experiencias tanto en la teoría como en el sector productivo. El problema radica en que los alumnos se demoran más años en aprender la teoría, cinco años, dos más que en Alemania, antes de iniciar las experiencias prácticas. Eso obliga a que las empresas tengan que capacitar a sus trabajadores, ya que los conocimientos cambiaron mucho en siete años gracias a las nuevas tecnologías, además que la falta de competencia obliga a bajar los sueldos. Cuando el especialista está listo, no está listo, ya que comienzan a surgir las nuevas tecnologías. En Alemania, está más preparado para el mercado y las empresas no deben volver a capacitar a sus trabajadores.
-Todos. Primero el Gobierno, ya que es el responsable de definir procesos, con los ministerios de Educación y Economía. En Chile sólo el Mineduc se encarga de los currículos, mientras que en Alemania las dos carteras se encargan del currículo dual y técnico profesional, ya que conocen las necesidades productivas del país. Además, acá hay cambio de gobierno y muchas veces el programa de estudio cambia en varios aspectos, sin darle continuidad. Chile tiene muchos programas positivos, pero estos no representan un cambio significativo: es mucha programación, pero poca implementación.
-La economía tiene más responsabilidad en los procesos. Para cada empleo debería existir un porcentaje para la capacitación, como en Alemania donde las empresas también juegan un rol en la capacitación. De la teoría se encarga la cartera de educación y de la práctica, el sector productivo. Si uno mira los recintos del Estado, los equipos están obsoletos. Las empresas comienzan con la capacitación en Santiago, dos o tres semanas. En Alemania también existen, pero gran parte se aprende en el sistema dual con máquinas de gran nivel.
-En el sector académico la situación es complicada, ya que la mayoría de los profesores tiene tres diferentes trabajos. No tienen tiempo para sus especializaciones, pese a que puede aumentar el suelo. Una solución sería que la articulación educativa y productiva sea mucho más fuerte. Otro punto es que siempre tenemos nuevas especialidades, por ejemplo Mecatrónica, que es una fusión de otras disciplinas. Esta especialidad sólo la tiene un recinto en Chile, una excepción a la regla.
-Esta crítica está muy obsoleta, ya que cada siete años tenemos otro ciclo evolución. En ningún país, una persona aprende una sola profesión para toda su vida. Siempre hay cambios, pero hay bases que son necesarias para avanzar. Terminar el sistema dual no es el fin, pero sí marcan diferencias el talento y posibilidades para conseguir trabajo.