"Cuando conocí a Tito Matamala, no hace mucho, surgió entre nosotros una amistad instantánea. Nos reconocimos en un par de señales invisibles: chicos de pueblos perdidos de provincia que sobrevivieron a la dictadura a punta de buenas notas, una enorme capacidad para ignorar la adversidad y un sentido del humor negro, negro, negro".
Con estas certeras palabras, la escritora y periodista Alejandra Matus abre el prólogo de "La beca Pinochet", recién presentado en la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa).
El escritor y columnista de Diario El Sur refleja el mismo sentido de humor en este entrevista, mostrando las distintas fotografías que se tomó durante el lanzamiento de su libro. Claro que aclara que para él estas ferias literarias son un cansancio. "Incluso, este año rogué no ir", apunta.
Matamala cuenta que la inspiración para su más reciente título llegó en forma de epifanía, algo que, asegura, le ha ocurrido con otras obras: "Chile bicicleta, una crónica de pedales y nostalgia" (2013), el libro infantil "La gran breve guía de los animales salvajes" (2010) y "Chile retrete, una historia del aseo corporal para leer en el baño" (2015).
"Esto fue el año pasado, tenía otra idea de libro y ésta iba a ser la que presentaría en Santiago. El día antes del viaje, con los pasajes comprados temprano, se me ocurre que 'chuta, si yo me gané la beca del viejo y en la casa de mi madre debe estar el diploma'", señala el escritor con 21 libros editados.
Con eso en mente, acota, comenzó a escribir sobre sus vivencias combinadas con distintos testimonios de amigos que fueron beneficiados por la Beca Presidente de la República Augusto Pinochet Ugarte. Ésta le permitió estudiar Ingeniería Civil Electrónica en la UdeC durante los 80.
Relata que su obra originalmente se llamaba "Pinochet y yo". El título final fue sugerido por Marcela Escobar, su editora. Gracias a esto, "el libro se desdobla".
"La conozco hace más de 10 años, porque cuando yo era periodista nada más, vino a entrevistarme por (...) ¿La cultura en Concepción? Y hace dos años, cuando me cambié de editorial, hablé con ella y le comenté que tenía una idea para un libro (refiriéndose a 'Chile Retrete'), y me dijo que se lo presentara, que conversáramos al respecto, y resultó. De ahí, uña y mugre, porque sabe que soy obsesivo. Además que no tengo problemas de redacción ni esas cosas, no me pillan ni uno, pero sí me pilló repetición de ideas... Ella me conoce las mañas", reconoce.
TAMBIÉN LA FICCIÓN
Tito Matamala admite que tiene la obsesión por mantener siempre un conteo de palabras escritas. Menciona que lleva 120 mil caracteres de su nuevo libro, una novela de ficción cuyo lanzamiento será el próximo año.
"Lo he dicho varias veces, vendí el alma, porque ya sé que ocurrirá conmigo los próximos dos años", bromea.
Al consultarle sobre su análisis de la escena literaria nacional, comenta que "está muy de moda la novela histórica. De hecho, la segunda novela que me encargaron para 2018 es histórica". Considera que el cambio de género era necesario, a pesar de tener en mente otras ideas para seguir con una línea más periodística.
-
- Es que no hay escena local. Pero eso es por el aspecto de provincia que tenemos, no nos podemos sacudir ese cargo, en Santiago no nos pescan más
Al mismo tiempo, ataca un punto fundamental en la sociedad chilena.
"Algo que siempre converso con mis estudiantes (es docente en la UdeC) es que estamos muy lejos de leer, la gente no lee libros. Somos un país muy pequeño en términos de mercado, por lo tanto, todos los libros son muy caros, cada vez aumenta más la brecha con los supuestos lectores", expresa.
Desde esta perspectiva, se declara un fiel fanático del libro físico. "Tengo un montón de libros digitales para mis clases, pero no me gusta leer así, me gusta mucho más el papel, poder rayarlo, estar con el libro en la cama", dice.
Matamala posee una biblioteca personal con más de 200 libros que ha ido acumulando con los años. Eso sí, indica, tiene como tarea pendiente catalogar y organizar todos los títulos.
- (Pensativo) Hace un año me compré una edición de lujo de 'La divina comedia'. Tapa de cuero, en verso y en inglés. De puro fetiche.