Concepción y su valioso aporte al desarrollo educacional
En octubre recordamos el aniversario de Concepción y a la vez es un mes importante para los profesores de Chile, quienes son reconocidos por su labor, que es la preparación para la vida de las nuevas generaciones. Es, entonces, momento propicio para recordar la tradición educativa penquista y destacar a los docentes que dedicaron gran parte de su tiempo a compartir sus conocimientos y enseñanzas.
Luego de la Independencia de Chile, los gobernantes pensaron que era necesario preparar a los ciudadanos para que, dotados de conocimiento, pudieran participar de la vida política. Para lograr este cometido fueron fundamentales los establecimientos educacionales.
El decreto del 20 de junio de 1823 ordenó fundar colegios o institutos en Santiago y en las cabeceras de las provincias. Es así como el intendente de Concepción Juan de Dios Rivera decretó el 9 de agosto de 1823 la fundación de un establecimiento de enseñanza secundaria en nuestra ciudad, el que fue llamado Instituto Literario. Hacia 1830 contaba con una matrícula de 150 estudiantes y los ramos impartidos eran: castellano, francés, latín, filosofía clásica, aritmética, geografía, teología, cánones, catecismo, Derecho Civil e Internacional. Anexo al instituto funcionaba una escuela primaria con 200 estudiantes y el internado contaba con dormitorios para 50 alumnos y una biblioteca.
El establecimiento tuvo su fin el 12 de febrero de 1835, cuando el terremoto destruyó sus instalaciones. Luego de mucho esfuerzo se reabrió en 1838, ese año se cambió el nombre de Instituto Literario a Colegio Provincial, por Decreto Supremo.
Es importante también destacar al presidente Manuel Bulnes, quien se preocupó de la instrucción. Así se abrió en Concepción la primera Escuela Normal de Profesoras bajo el patrocinio del Colegio Provincial, el que se anticipó un año al creado en Santiago.
Hacia 1853, producto de que el presidente Montt decretara la separación del Colegio Provincial, esto dio paso a la inauguración del Liceo de Concepción, hoy Liceo Enrique Molina Garmendia, nombre que recibiría en 1959 en homenaje a la gestión del ex rector del establecimiento.
Asimismo, desde el siglo XVIII es necesario destacar la labor de diversas órdenes religiosas. Su aporte se vio reflejado en la creación del Seminario de Concepción, el Colegio de los Mercedarios, el Colegio del Sagrado Corazón, Colegios de la Inmaculada Concepción, Escuela San Ignacio, Liceo Salesiano "Domingo Savio" y otros. A todos ellos habría que sumar los no religiosos como el Colegio Alemán, Concepción College, Liceo de Niñas "Eloísa Urrutia", Liceo de Niñas "Santa Filomena", Colegio de los Escolapios, Instituto Moderno, Colegio Americano, Colegio Charles De Gaulle, Liceo Nocturno, Colegio Inglés "St. Johns", entre otros.
No cabe duda de que la educación en nuestra ciudad es y ha sido muy importante, además de estar a la vanguardia en la formación de profesores, rol que se debe reconocer.