"Sigue siendo una experiencia motivadora, porque cada año los niños y jóvenes se van renovando (...) Nuevos rostros y nuevos músicos, y eso también estimula el poder entregar lo que uno ha aprendido durante los años a los niños, por sobre todo las nuevas experiencias que van adquiriendo ellos. Estar en una orquesta regional les exige mayor dedicación, disciplina, debido al repertorio, que también se les exige".
Las anteriores son palabras que proyectan claramente el sentido de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Región del Biobío.
Las expresa su director, Cristóbal Leiva, quien en el inicio de una nueva temporada llevará su sonido a distintos puntos de la zona durante este mes.
El repertorio lo desplegarán a partir de hoy, a las 19 horas, en el Teatro Municipal de Chillán, para luego cumplir con una fecha en el Centro Cultural Municipal de Tomé, el próximo 29 de octubre (18 horas).
Ambas jornadas, con entrada liberada, contemplan obras de diferente naturaleza. "El repertorio está bastante variado, siempre mantenemos el tener obras de carácter folclórico chileno, por lo que se incluye una suite de Violeta Parra, inclusión muy en línea con la celebración de su natalicio durante este mes", explica, quien por segundo año lleva la batuta.
- Por lo mismo, (el programa) también considera música de películas. Por ejemplo, realizaremos una suite de "Star Wars", cinta bastante conocida y, sobre todo, por la renovación de la saga, nos complace mucho el presentar este tipo de música. Obviamente, tendremos cosas más clásicas: por primera vez tocaremos valses. En total, serán siete obras para disfrutar en familia.
MAYOR EXIGENCIA
Estas presentaciones, a diferencia del año pasado, implicaron un mayor desafío por parte de los jóvenes intérpretes, pues ambos conciertos se desarrollarán en espacios cerrados.
"El estar en condiciones así nos llama a tener una mejor calidad musical (...) La gente no sólo disfrutará del espectáculo, sino que además verán el trabajo y avance de los jóvenes desarrollado durante todo el año", señaló el joven director.
La agrupación está compuesta por un total de 73 músicos provenientes de la Orquesta de Cámara de Chiguayante, Orquesta de Cuerdas Infantil - Juvenil Pabellón 83 Fundación Cepas, Orquesta Infantil - Juvenil Agrupación de Orquestas y Músicos Armonía Juvenil, Orquesta Infantil - Juvenil Bicentenario de Curanilahue, Orquesta Infantil - Juvenil de Bulnes y Orquesta Juan Sebastián Bach, entre otras.
TENER PRESENTE
Como la historia sirve para poner en contexto, es interesante considerar que fue en la década de los años 60, cuando Jorge Peña Hen le dio forma a las primeras orquestas infantiles en Chile con jóvenes de escasos recursos.
Sin embargo, no fue hasta tres décadas después que el tema volvió a tomar fuerza, en la administración de Ricardo Lagos, con la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (Foji, en 1992).
En esa ocasión, se otorgaron fondos para capacitar a profesores y directores de orquesta de diversas zonas de Chile, y para crear la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil.
Foji, que actualmente beneficia alrededor de 12 mil niños y jóvenes de Arica a Puerto Williams, reúne a 440 agrupaciones orquestales a lo largo de Chile, de "las cuales 17 son orquestas sinfónicas propias de la Fundación y que se encuentra una en cada Región del país", en palabras de fuentes relacionadas.
"Todas difunden repertorios de compositores nacionales, lo que contribuye al desarrollo de la música chilena", acotaron, mencionando también que entre los internacionales cuidan en que sean piezas de renombre.
- En términos del rol social, la música se entiende como una forma de arte muy valiosa, que permite expresar emociones y a la vez, es una forma de aprendizaje y disciplina que potencia el desarrollo integral de los niños, ofreciendo mejores oportunidades de calidad de vida.
- Efectivamente, se genera un intercambio cultural y social entre las orquestas, acercando la música a todos, desarrollando valores trascendentales como la autoestima, la perseverancia, la solidaridad y el compromiso.