Lo que resulta trascendente
El Margot Loyola es un premio muy importante, pues reconoce la labor desarrollada por investigadores, docentes y formadores en cultura tradicional. Pone valor esta área de nuestra cultura que muchas veces se ve invisible por la contingencia, en un país donde no son muy frecuentes.
Patricia Chavarría es merecedora, y no sólo como investigadora incansable del patrimonio inmaterial de nuestra Región y otras zonas del país, sino porque ha sido formadora de varias generaciones de jóvenes. Acercándose a ella, han entendido la relevancia de este patrimonio.
No en vano son 52 años de recorrer nuestra tierras, de rescatar el legado de antepasados, de fraternas conversaciones con nuestras cultoras, de escuchar lo que nuestros campesinos tienen que transmitir, de oír sus visiones de mundo y su relación con la naturaleza. Todo ello con gran respeto y admiración por este quehacer.
Para nosotros como Artistas del Acero, no sólo es un privilegio tenerla acá, sino que esto nos ha permitido tener un desarrollo en esta área que no habría sido posible sin ella.
Desde su dirección del recordado conjunto folclórico Millantú y ahora desde su Archivo de Cultura Tradicional nos ha permitido conocer diversas formas de la cultura tradicional. Nos ha sorprendido y emocionado con fiestas, bautizos, religiosidad popular, guitarra y afinaciones, comidas y saberes de los antiguos.
Su relación con las cantoras campesinas ha sido un pilar en su trabajo y personal, llegando a establecer duraderas amistades que perduran hasta el día de doy. Es muy frecuente escucharla y hablar con entrañable cariño de sus "comadres".
Desde Concepción, sin claudicar ni rendirse al centro, evidencia que desde regiones se puede llegar a ser universal. Un ejemplo para los que ven el centro como única posibilidad de desarrollo de una actividad.