Wagner Moura ya comenzó a despedirse de Pablo Escobar. El brasileño que dio vida al capo del cartel de Medellín en la serie original de Netflix, "Narcos", ha bajado más de 10 de los 20 kilos que subió para el papel y ya se afeitó la barba que lo caracterizaba como el protagonista de la producción que estrena su segunda temporada, a través de la plataforma de streaming.
Para ese rol, el actor que se hizo conocido a nivel internacional con "Tropa de elite" (2007), no sólo subió de peso. Además, se fue a vivir con su familia a Medellín, para empaparse del mundo que vio Escobar y también del acento colombiano que causó tanta polémica tras el estreno de "Narcos" el año pasado: no todos estaban convencidos de que un brasileño fuera la mejor carta para encarnar a Escobar.
Pero Moura ya dejó atrás esa polémica y en español con acento colombiano explica que ya pasó tiempo suficiente en la piel del narcotraficante más poderoso que haya conocido el continente. Está feliz, dice, de poder dar vuelta la página, ahora que comienza la segunda temporada que relata la caída de Escobar.
"Fue un momento muy fuerte de mi vida, que me exigió mucho", dice sobre este papel. "Yo aprendí español para hacer este personaje, gané como 20 kilos, traje a mi familia a vivir a Colombia", enumera entre las cosas que tuvo que hacer en los dos años que "Narcos" se tomó su vida.
Pero ya no más. "Quiero hacer un detox, quitármelo (el personaje). Por eso me parece bien, chévere", que la historia se mueva hacia otros capos del narcotráfico. "Fue fuerte en mi vida, pero igual ya era el momento. Sentí como un alivio", añade sobre el momento en el que le dice adiós al personaje.
Y a pesar de lo cansado que quedó de tener a Escobar en cada rincón de su vida, también celebra que el personaje le permitiera salir de Brasil, un gigante del entretenimiento, que tiene una industria que prácticamente no necesita el influjo del exterior.
"Fíjese que para mí fue muy importante el sentimiento de pertenecer a algo más grande que ser brasileño. Eso solamente lo sentí en Colombia, porque nosotros somos aislados culturalmente. Hablamos portugués, consumimos nuestra propia cultura. Entonces estar ahí, trabajando con actores de Chile, México, Colombia, me hizo sentir que yo pertenecía. Y hablando de narcotráfico, que es una realidad súper fuerte para nosotros los brasileños también", comenta.
A diferencia de los creadores de "Narcos", el carioca José Padilha y el estadounidense Eric Newman -quienes comentaron a este medio en una entrevista anterior que Pablo Escobar era un psicópata-, a Moura le cuesta trabajo verlo así.
"Claro, era un asesino, pero los psicópatas son gente a la que no les importan los otros. Y Pablo era muy cercano a sus hijos, a su esposa, amigos, a su mamá. Así que yo no lo pondría de esa manera", dice.
"Era un megalómano, un asesino frío, pero igual era un personaje muy carismático que hizo cosas buenas para la gente pobre de Colombia, aunque fuera por populismo", agrega.
Chilenos y otros narcos
El actor de 40 años cuenta que recientemente estuvo en Chile visitando San Pedro de Atacama. Confiesa una gran admiración por el trabajo de actores chilenos como Alfredo Castro y Paulina García, quien interpretó a la mamá de Escobar, Hermidia Gaviria, en esta producción de Netflix.
- Divino, quiero ver la película con Pablo Larraín, "Neruda". No sé qué pasa con Chile, todos los actores chilenos que conozco son increíbles. ¿Qué tal Paulina en "Gloria"? ¿Qué tal Alfredo Castro en "El Club"? Yo no conozco un mal actor chileno y el teatro chileno me encanta. Las películas de Larraín, las he visto todas, menos la de Neruda.
- Sí, creo que sí, porque "Narcos" es una serie que está en sintonía con la realidad. José Padilha es un documentalista que todo lo que hace es siempre muy real, a él le gusta entender una realidad y explicarla. Es una serie que yo la veo como importante, porque es entretenimiento, pero a la vez nos hace pensar sobre lo que está pasando. Especialmente a nosotros, los latinos, porque la guerra contra las drogas es un fracaso total.
- Ahora que terminé 'Narcos' voy a dirigir una película en Brasil. Una apuesta política también sobre un guerrillero brasileño llamado Carlos Marighella, que fue un revolucionario que peleó contra la dictadura en Brasil. Es mi primera vez dirigiendo una película. Estoy contento de no tener que actuar, porque aún estoy lleno de Pablo, cualquier cosa que yo hiciera ahora estaría con Pablo Escobar.