Alteraciones visuales en el embarazo
Durante el embarazo se producen transformaciones en el cuerpo de la mujer que abarcan cambios hormonales, hematológicos, metabólicos, cardiovasculares e inmunológicos y que incluso pueden afectar la visión.
Su conocimiento es útil para saber manejar los cambios transitorios y poder tratar mejor algunas enfermedades oculares presentes en la embarazada, al conocer mejor su fisiopatología. Los diversos cambios oculares se atribuyen sólo al embarazo y no se consideran patológicos.
Podemos encontrar:
-Se producen trastornos a la visión, producto de los cambios hormonales propios del período. Uno de los más comunes es la falsa miopía (vicio refracción que requiere necesidad de lentes ópticos), que aumenta entre 1-2 dioptrías y que afecta entre el 10% y 20% de las embarazadas. Los cambios de refracción y acomodación del cristalino (lente natural que se encuentra dentro del ojo y permite hacer foco) se deben a la retención de líquidos favorecidos por los estrógenos propios del embarazo, donde la córnea y el cristalino aumentan de grosor lo que dificulta la visión lejana. Es por ello que hay que evitar la prescripción de lentes ópticos y las adaptaciones de lentes de contacto en este período. Esto se resuelve alrededor de las seis semanas después del parto.
-Además podemos encontrar que la presión intraocular disminuye durante el embarazo en todas las pacientes, tanto normotensas como hipertensas oculares. El descenso dura todo el embarazo principalmente en la segunda mitad y continúa dos meses después del parto.
-En la conjuntiva, capa transparente que recubre el globo ocular, pueden aparecer gránulos en venas subconjuntivales por la disminución de flujo sanguíneo, en el tercer trimestre.
-Los cambios en la córnea, primera estructura transparente que permite en gran parte la nitidez de nuestra visión, suelen ser variados y tener consecuencias diversas, como la disminución de la sensibilidad corneal a partir del cuarto mes (se recupera unos dos meses después del parto); el aumento de grosor corneal por edema en esta zona (debido a la retención de líquidos), lo que genera la percepción de visión borrosa.
-Alteraciones de la película lagrimal que, junto con los cambios mencionados en la córnea, puede empeorar la tolerancia a los lentes de contacto o puede provocar visión borrosa ocasional. Lo recomendable es usar lágrimas artificiales, pero esto debe hacerse bajo supervisión médica.
-La sensibilidad a la luz se genera como consecuencia de las migrañas que se producen por los cambios a los que se somete el cuerpo, por eso las mujeres en etapa gestacional se vuelven fotosensibles.
-Hinchazón de párpados se da principalmente por la mañana y también es causada por los cambios hormonales que se producen durante el embarazo.
-Aparición de manchas o visión borrosa, estos signos podrían ser indicadores de alerta de alguna patología retinal, por lo que se recomienda visitar a un oftalmólogo y realizar un examen de fondo de ojo.
Si bien esta sintomatología tiende a ser un problema pasajero, se debe tener especial cuidado con las mujeres que tienen problemas preexistentes como hipertensión arterial, diabetes o glaucoma. Ellas deben ser controladas por su oftalmólogo durante todo el embarazo, ya que pueden presentar complicaciones.