La violencia intrafamiliar que vivió la ciudadana argentina Lourdes Gisel Ferraro (30) y que terminó con el femicidio a manos de su ex pareja y padre de uno de sus dos hijos, es una situación que ha afectado también a otras mujeres migrantes en la Región del Biobío.
Cifras del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) dan cuenta que entre 2011 a junio de este año, 32 mujeres extranjeras han sido atendidas en la Región por alguno de los dispositivos de la entidad. Se trata de casas de Acogida y casas de la Mujer, establecimientos que tiene la entidad para atender a quienes han sufrido agresiones por parte de sus parejas o ex parejas. Durante ese mismo período, en total se atendieron más de 9.500 casos en el Biobío.
La estadística además refleja que estos ingresos a ambos dispositivos se han dado mayormente durante el último año, ya que del total de atenciones realizadas en los últimos 6 años, el 37% se concentra en este año.
Cabe recordar que se estima que en la Región hay casi 15 mil migrantes, principalmente ubicados en la Provincia de Concepción.
DESCONOCIMIENTO
DE LA RED APOYO
Claudia (28), de nacionalidad colombiana, lleva seis años en Chile y durante casi un año de su estancia en el país, en pleno embarazo, vivió violencia psicológica y física de su pareja chilena y padre de su hija que ahora tiene dos años. Durante todo ese tiempo en el que tuvo miedo por su vida, ella desconocía que podía acceder a las redes de protección que hay en la Región, situación que pudo suceder con Lourdes.
La joven, que estuvo durante algunos meses en una casa de acogida del Sernameg, comentó que no es mucha la información. "Como extranjera uno no se da cuenta de que tenemos estos beneficios (…). Uno veía que en la casa de acogida decía para mujeres chilenas, entonces, al leer eso uno dice 'yo soy extranjera, o sea, no puedo tener ese beneficio'", recordó la mujer de 28 años.
Ahora, tras ser intervenida de forma sicosocial, sabe que también pueden acceder a este tipo de dispositivos.
La joven colombiana comentó que tras el apoyo prestado, en donde se le entregaron herramientas para mejorar su autoestima y recibir ayuda legal, comida, un lugar donde dormir y apoyo para postular a proyectos, ahora guía a mujeres que están en la misma condición que ella vivió.
"Al poco tiempo de que yo salí de la casa de acogida había otra compatriota mía que también desconocía este apoyo a las extranjeras (…). Yo la guié un poco para que estuviera mejor", contó Claudia.
Sobre esta realidad, la directora regional del Sernameg, Valentina Medel, aclaró que la entidad y el circuito de atención a víctimas recibe a todas la mujeres que se encuentran en el país, indiferente en la condición en la que se encuentre en el territorio nacional, ya sea de forma legal o no.
"Hay tratados internacionales sobre derechos humanos que van más allá de la condición en la que se encuentre en el país. Acá lo que se busca es proteger los derechos humanos de toda persona, y que esté sometida a violencia de parejas o ex parejas o de explotación sexual (…) son acuerdos que todos los países hemos tomado para protegerlos".
Pese a esta situación ideal que existe para que las migrantes denuncien, la realidad parece decir otra cosa, ya que a este factor de ilegalidad, que atentaría para que las extranjeras acusen estos hechos, se sumaría el desconocimiento que tienen o la poca solidaridad que existe del entorno que las rodea.
El coordinador de la Pastoral de Migración de la Vicaría de la Pastoral Social del Arzobispado de Concepción, Alfonso Vera, ratificó esa situación y comentó que las mujeres, al igual que los hombres migrantes, cuando llegan a la zona no conocen a qué entidades pueden acceder.
"Se debe realizar mayor difusión de que hay redes y organismos que defienden los derechos de la mujer migrante para evitar estas situaciones de apremios, y de estos casos lamentables de femicidios", expuso Vera.
Éste comentó que ellos han recibido casos de violencia intrafamiliar de mujeres extranjeras y que la han derivado a las redes de apoyo que existen, como son las del Sernameg o en casos más graves, a que estampen las denuncias en el Ministerio Público.
A través de su Oficina de Extranjería la Gobernación de Concepción también se han pesquisado casos. La gobernadora Andrea Muñoz comentó que la violencia intrafamiliar no es sólo un problema que viven las mujeres chilenas.
"Es algo que se oculta y se mantiene muy en la intimidad, y sólo aparece cuando hay niveles de violencia graves", contó la gobernadora asegurando que los funcionarios de la Oficina de Extranjería está capacitados para pesquisar y derivar los casos que surjan.