Farmacias comunales, reduciendo la inequidad
Las farmacias comunales responden a un diagnóstico caracterizado por una alta inequidad de acceso a medicamentos en los territorios y una desigualdad en el valor de compra por parte del público. La inequidad de acceso se expresa en el hecho de que al inicio del proceso, de 3.015 farmacias existentes en el país, 1.468 estén radicadas en la Región Metropolitana; y que 53 comunas a nivel país no cuenten con farmacia. En nuestra Región, en tanto, existen 282 farmacias, pero a la fecha, 7 comunas no cuentan con ninguna, lo que implica que para los habitantes de esas localidades, la adquisición de un insumo básico encuentra barreras geográficas y sociales que no se condicen con una sociedad inclusiva.
La desigualdad, en el valor de compra, se evidencia en la abismante diferencia de costos de una canasta de medicamentos, adquirida en una cadena farmacéutica o en Cenabast. También en que dicho valor no es igual para una familia que vive en un centro urbano poblado, como para aquel vecino o vecina de comunas más rurales, donde se debe sumar al valor del medicamento, el costo del trayecto.
A objeto de vencer esas brechas, ya 10 comunas de la Región cuentan con autorización sanitaria de funcionamiento para sus farmacias comunales, destacando San Pedro de la Paz, Ñiquén, Santa Bárbara, Concepción, Chiguayante, Tomé, Los Ángeles, Chillán, Coronel y Lota; mientras que con distintos procesos de avance figuran las comunas de Cabrero, Nacimiento, San Rosendo, Laja, Yumbel y San Carlos.
Tanto ellas, como las privadas o dependientes de la red asistencial, son objeto de fiscalización por parte de nuestro Sub Departamento de Farmacia y Profesiones Médicas, ya que no hay que olvidar que de acuerdo a la ley, las farmacias son centros de salud, que realizan acciones sanitarias, y en ese contexto, nuestro objetivo es garantizar el cumplimiento de la Ley Nacional de Fármacos. Esto requiere nuestra vigilancia activa sobre las farmacias, los medicamentos, los profesionales de la salud y los establecimientos asistenciales, a objeto de asegurar el cumplimiento de las disposiciones de diversos cuerpos legales como el Código Sanitario, el Reglamento de farmacias, droguerías, almacenes farmacéuticos, botiquines y depósitos autorizados y el Reglamento de Psicotrópicos, entre otros.
Con esa base legal, nuestra tarea está orientada a verificar que la farmacias cuenten con la presencia del profesional químico farmacéutico, den cumplimiento a la cadena de frío, control de productos estupefacientes y psicotrópicos, disposición de bioequivalentes, condiciones generales básicas, condiciones de seguridad, entre muchas otras exigencias. En el caso de las farmacias comunales, el proceso de fiscalización considera el Dictamen de Contraloría General de la República, que cambia el enfoque de dichas farmacias en cuanto a sus prestaciones, considerándolas farmacias asistenciales y no privadas.
El año pasado desarrollamos un total de 386 fiscalizaciones a farmacias, 235 de ellas radicadas en Concepción-Arauco, 67 en Ñuble y 84 en Biobío; mientras que sólo en el primer semestre del presente año hemos concretado 135 inspecciones a nivel regional, que han dado origen a 24 sumarios sanitarios.