Protocolo para control de perros callejeros evita aplicar eutanasia
A raíz del dictamen que en enero pasado emitió la Corte Suprema sobre las medidas que deben tomar la Municipalidad de Concepción y la Seremi de Salud para el control de los perros callejeros, ambas instituciones concretaron una reunión con asociaciones animalistas locales, para detallar los procedimientos asociados a ese programa.
En la instancia de trabajo se detalló que el protocolo no considera regular a la población canina a través de la eliminación o eutanasia de animales, ya que esta medida está reservada sólo para casos de perros con rabia, debido a que ese cuadro no tiene cura. Además, se explicó que desde el año 2010 que no se registran casos de ese tipo en el país.
En la reunión estuvieron el encargado de Zoonosis de la autoridad sanitaria, además de la directora de Medio Ambiente del municipio, junto a representantes de cuatro agrupaciones animalistas de la comuna.
TEMA DE SALUD PÚBLICA
Nancy Figueroa, presidenta de la Corporación de Defensa de los Derechos Animales (Corda) del Biobío, contó que "la inquietud que nosotros teníamos es si se matarán o no animales para regular a la población de perros. (...) También esperamos avanzar en distintos ámbitos claves, como son la tenencia responsable y las esterilizaciones masivas", dijo.
Frente a esas inquietudes, la encargada de Medio Ambiente de la Municipalidad de Concepción, Andrea Aste, explicó que "el protocolo establece cuáles son las competencias del municipio y cuáles de la Seremi. En este caso, todo lo relacionado con la rabia directamente es un tema de salud pública, de la Seremi. Entonces está establecido que en el caso de un animal sospechoso, este pasa por un período de observación, y si es que se llegase a determinar que el perro tiene todas las características de rabia, la determinación la toma la Seremi".
Desde la Seremi, el encargado de Zoonosis, Rodrigo Flores, contó que "la preocupación que han planteado las agrupaciones, es si efectivamente este protocolo se va a utilizar o no como una herramienta de control de la población canina. En ese sentido nosotros hemos sido enfáticos, la autoridad sanitaria no tiene las competencias para eso, y sólo actúa cuando hay un riesgo o sospecha de que existan condiciones epidemiologicas para transmitir la rabia a seres humanos", explicó el especialista, aclarando así las dudas generadas con las herramientas que aplica el protocolo.
En el caso puntual de la comuna penquista, el estudio "Censo de población canina callejera en el radio urbano de Concepción", realizado en 2014, concluyó que la población de perros callejeros que circulan habitualmente por las calles de la ciudad, alcanzaba para ese año un total de 3.976 animales.