Laboratorio ambiental aumenta sus prestaciones cerrando etapa post 27/F
Consiguiendo por primera vez desde el terremoto de 2010 un aumento importante en la cantidad de análisis realizados anualmente, el laboratorio ambiental de la Seremi de Salud dejó atrás la etapa posterior al sismo, en que tuvo que funcionar durante 4 años en dependencias de la Universidad San Sebastián debido a la pérdida de parte importante de sus equipos durante el 27F.
Así lo explicó la jefa del laboratorio ambiental de la Seremi de Salud, Carmen Niedmann, quien precisó que al comparar los años 2014 y 2015 existe un incremento del 23% en los análisis de laboratorio, entre ellos fisicoquímicos y microbiológicos de aguas de agua; análisis químicos y de microbiología en alimentos, además de vigilancia de la bacteria Vibrio.
El porcentaje obedece a que mientras en 2014 se lograron 9.844 procedimientos de análisis de muestras, el año pasado la cifra aumentó a 12.792, gracias al nuevo equipamiento conseguido el año pasado y su reubicación en dependencias facilitadas por el Servicio de Salud Concepción.
DISTINTOS PROGRAMAS
"El terremoto de 2010 mermó completamente las instalaciones, entre 2011 y 2014 estuvimos trabajando de manera transitoria en dependencias de la USS, con implementación parcial de Microbiología; mientras que a contar del 2015 mejoramos espacio físico y resolutividad", dijo Niedmann, especificando además que eso ha permitido la implementación de nuevas áreas y más métodos de ensayo.
Niedmann contó también que el aumento también se evidencia al considerar los distintos programas de vigilancia que lleva adelante la autoridad sanitaria: "en estudios de agua se pasó de 1.500 a 1.926 análisis; en alimentos, de 8.310 a 10.769 análisis, y en Vibrio, donde pasamos de 34 a 97 análisis", dijo.
NUEVO EQUIPAMIENTO
En relación al alza en los análisis, el seremi de Salud, Mauricio Careaga, explicó que entre los principales logros del año pasado están la habilitación de la infraestructura del laboratorio "que involucró una inversión de 140 millones de pesos, la contratación de más profesionales de apoyo de las nuevas áreas de desarrollo del Laboratorio, como son Gestión de Calidad, Química Ambiental y Toxicología Ocupacional; y recuperamos la capacidad analítica perdida tras el terremoto del 27F".
Entre esos nuevos equipos recibidos, los más importantes son un espectrofotómetro, que permite realizar la determinación de trazas de metales en muestras de agua para consumo humano y recreacional, además de muestras de alimento. También un cromatógrafo de alta resolución para cuantificar aditivos como colorantes, conservantes, edulcorantes, y también contaminantes en alimentos.
Además se repusieron equipos para el área de química y microbiología, que habían sido dañados por el terremoto, como estufas de incubación, equipos para determinación de proteínas, cuantificación de materia grasa en alimentos, además de congeladores y refrigeradores, entre otros.