Tulio Mendoza logra escribir cuentos y no meros relatos en su nuevo libro
Para qué construir este texto con lo típico, sobre todo, si al frente se expone un escritor (poeta). Por lo tanto, olvidemos por un rato qué, quién, dónde del Periodismo, y hablemos de literatura con Tulio Mendoza Belio. Entre paréntesis, anotemos que este oriundo de Rancagua de 59 años tiene una larga tradición en las letras locales, sobre todo, desde que se radica en Concepción en los primeros años 80.
Más de tres décadas en la capital regional, y al frente del centro cultural Fernando González-Urízar desde su fundación en 2008; Mendoza no agota su gusto por las letras, ya sea desde la enseñanza, la poesía o el cuento. En éste, un género por el que ha rondado formalmente su pluma desde 1976; es donde se ha detenido por estos días con "El hombre del cuchillo y otros cuentos", lanzado recién por Ediciones Etcétera.
Se trata de una recopilación de 19 relatos cortos que recorren la carrera del autor desde 1976 al presente. En 96 páginas el autor se pasea por temas clásicos: el amor, la muerte, la soledad, la vejez... El paso del tiempo, finalmente. "Pero, sabes, no hay una motivación particular acá, es parte de mi escritura creativa, la cual abarca poemas, microcuentos, cuentos, novela, ensayo literario", dice con esa rapidez característica.
- Algo que deseo y en eso estoy pensando: una obra de teatro.
- Es algo que me ronda, ya que he incursionado en varios géneros, por así decirlo, y el género dramático me interesa mucho. Tal vez una obra de cámara, con dos o tres personajes. Algo intenso desde el punto de vista de la tensión existencialista de los tres y todo lo que ese hecho puede gatillar como pulsión de vida.
LA INTENSA ESCRITURA
Si algo tienen los cuentos recopilados en este tomo, y más allá de los reconocimientos obtenidos por 6 de los aquí incluidos; es el sentido literario, ya sea desde lo dramático o la construcción y formas narrativas. Se proyectan escenas intensas, teñidas de sangre o algún erotismo sugerido.
- Ahí aparece el erotismo, la ceremonia, el carácter ceremonial y los japoneses, en algunos aspectos que a mí me interesan, son maestros. Su lengua es de una extraordinaria belleza, por supuesto que desde un punto de vista poético (como me sucede con el francés, mi segunda lengua) que aprendí para leer a Baudelaire, Rimbaud, Aragon y cantar a los grandes: Léo Ferré, Jacques Brel, Brassens. Ahora, de Kawabata te diría que aparece la cuota de misterio, de seducción (...) Un maestro para la creación de atmósferas únicas: internarse en el alma humana, a través de cuestiones existenciales y de época, pero con un algo que va siempre más allá. Esto trato de que de algún modo esté presente en mi escritura.
- Principalmente Yukio Mishima y Kawabata, también Kenzaburo Oe.
REFERENTES
- Por supuesto, el cine. Desde pequeño ha sido fundamental para mí. Yo iba todos los domingos a la matiné a ver películas de vaqueros peleando con apaches. Cuando salíamos con mis amigos, jugábamos a lo que habíamos visto. Me gustaba hacer el papel de villano, el malo de la película, lo encontraba más entretenido y menos fome que el jovencito (como se le decía al bueno). Esto generó en mí la invención, la creatividad, la explosión de la imaginación, elementos fundamentales de la poesía.
- Apuntas muy bien. La poesía me da esos elementos que forman parte de mi prosa y mis poemas también tienen un carácter narrativo con rasgos coloquiales. Lo teatral, la ceremonia, diría yo, es una manifestación del erotismo que cruza toda mi obra como una pulsión de vida. El desafío es que se perciba como algo natural.
- Evidentemente, lo literario, la literariedad como decía Roman Jakobson, es algo fundamental para distinguir un texto de otro. No son meros relatos, son cuentos. El cuento tiene un mecanismo interno que no es algo fijo, lo demuestran estos 19 cuentos en los cuales hay diferentes modos de escribirlos (...) Tal como nos enseñó el gran Julio Cortázar, cuando para explicar los resortes internos del género, compara el cuento con la fotografía y la novela con el cine. El cuento parte del concepto de límite. Por eso escribo ese metacuento, "El último round de Pancho Fonseca", en el que antes de entrar al tema propio del texto, que el lector va a leer, éste debe saber lo que el escritor piensa de la escritura misma de cuentos.
- Nombrar es siempre dejar de nombrar. Podría nombrarte a Carlos Franz, un gran novelista que acaba de ganar el premio de novela Vargas Llosa por su novela "Si te vieras con mis ojos". No te voy a nombrar a los poetas que son muchos y notables, pero digo Omar Lara, nuestro querido poeta que espero obtenga este año el Premio Nacional de Literatura.