Nueva normativa de rotulado de alimentos traerá algunos desafíos
De acuerdo a estudios del Ministerio de Salud, uno de cada tres niños menores de 6 años tiene malnutrición por exceso en Chile. Un 23,5% presenta sobrepeso y un 10,2%, obesidad.
En ese contexto surgió la nueva Ley de Etiquetado de los Alimentos que entrará en vigencia el próximo 27 de junio; aunque desde hace varias semanas es posible ver en las góndolas de los supermercados productos rotulados de acuerdo a la nueva normativa: octágonos de fondo negro y letras blancas que alertarán sobre el contenido de nutrientes críticos (sodio, calorías, grasas saturadas y azúcar) con la frase "Alto en".
La normativa que mediante el rotulado dará luces sobre qué productos se deberían privilegiar, también regula la publicidad dirigida a niños menores de 14 años y la venta de productos con nutrientes críticos al interior de los establecimientos educacionales.
VARIAS DIFICULTADES
Sin desconocer el tremendo aporte en materia de salud pública de la iniciativa, hay quienes creen que las buenas intenciones pueden desembocar en un mar de dudas que ahoguen el interés por bajar las tasas de obesidad, uno de los principales objetivos de la normativa (ver recuadro). Así lo sostiene Maritza Muñoz Pareja, magíster en Salud Pública y Epidemiología, y doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública, quien explica que lo primero que se debe tener en cuenta es que la nueva ley considera los contenidos en nutrientes críticos en 100 gramos o 100 ml del producto. La coordinadora de Investigación y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, plantea que "no todos los alimentos son consumidos en 100 gramos, por lo tanto, vamos a generar confusión en las personas al momento de adquirir los productos. Es así como hemos encontrado las galletas de agua sin sal que aparecen con esta etiqueta en negro que dice alto en calorías".
Agrega que otro problema es que la población no tendrá herramientas para escoger entre uno más y otro menos dañino, pues la normativa tampoco hace distinción a la calidad del alimento. Plantea el caso de las galletas de arroz que, si bien pueden venir con el octágono de alto en calorías, resultan más saludables que una galleta dulce cualquiera.
Frente a esto, la académica cree que una solución hubiera sido establecer un sistema de semáforos como usan algunos países europeos. "Podemos encontrar alimentos con color rojo, que significa pare; alimentos que vienen con una etiqueta de color amarillo, que significa consuma con precaución, no en cantidades abundantes; y alimentos con etiqueta verde. De estos últimos puede consumir sin problemas, porque son alimentos sanos; frutas y verduras caen en esta categoría", comenta.
Ejemplifica que si bien el aceite puede traer una etiqueta roja, "en el caso del aceite de oliva, que es una buena fuente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, puede venir con una amarilla, que significa que se debe consumir con precaución". Con respecto a estas normativas, la profesora añade que están hechas sobre la base de porciones, lo que facilita la comprensión de la población, aspecto que esta ley no considera y que hubiera sido ideal que sí hiciera, desde su punto de vista.
TOMAR CONSCIENCIA
Pese a las dificultades, eso sí, Maritza Muñoz reconoce que la normativa es una buena iniciativa, ya que permitirá a la población tomar conciencia de lo que come. Además, tendrá otros efectos positivos importantes, pues lo más probable es que genere competencia entre los industriales.
"Ningún empresario querrá que su producto venga con el logotipo negro, porque querrán que la población los prefiera, por lo tanto, estarán obligados a cuidar más la elaboración y mejorar las materias primas", dice la académica de Medicina.
No obstante, recalca que es fundamental que la aplicación de la nueva normativa vaya acompañada de educación a las familias y a los estudiantes en los colegios. "También se debería solicitar que la información nutricional no venga en letras tan pequeñas, sino de un tamaño más grande y que vengan marcados con colores aquellos nutrientes que esperamos no encontrar como las grasas trans", concluye la docente.