Eunacom: no es aceptable un doble estándar
El ejercicio de la medicina no es inocuo. Los errores por acción u omisión implican sufrimiento, dolor y a veces muerte. Es la razón fundamental por la que escuelas de medicina se organizaron el 2003 para establecer un Examen Médico Nacional, que les permitiese autoevaluarse y asegurar un estándar mínimo de conocimientos de sus egresados.
El 2009 el Congreso Nacional lo constituyó por Ley 20.261 en Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom), con la razonable intención de establecer una herramienta de certificación de conocimientos mínimos, para habilitar en el ejercicio de la medicina a aquellos médicos que postularan a trabajar en la Atención Primaria de Salud, hospitales públicos, Fonasa y becas de postgrado. En la actualidad, este examen comprende preguntas generadas por un grupo de expertos, seleccionados por concurso público abierto, sin dependencia de las escuelas de medicina.
Desde su inicio, los titulados de las facultades de medicina chilenas tienen porcentajes de aprobación de más del 90%, lo que indica que los temas abordados y las preguntas planteadas son coherentes con los programas docentes nacionales. Sin embargo, los egresados de escuelas extranjeras tienen sistemáticamente porcentajes de aprobación cercanos o menores al 20%, lo que sugiere que sus programas docentes son muy diferentes a los chilenos.
El problema surge cuando un numeroso grupo de médicos graduados en el extranjero, muchos de ellos chilenos, ofrecen incorporarse al Sistema Público, en circunstancias que éste tiene un importante déficit de médicos, con el consiguiente atraso y dolorosa espera de miles de pacientes.
Y aunque la posibilidad de ejercer sin rendir el Eunacom está vigente y fue resultado de una normativa excepcional, ya está próxima a vencer. Recientemente en el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la USS, realizamos el coloquio "Déficit de Médicos: ¿Cuál es el futuro del Eunacom", en que los panelistas: senador Alejandro Navarro, el presidente del Colegio Médico Enrique Paris, el presidente de Asofamech, Humberto Guajardo y el decano de la facultad de Medicina de USS, Luis Castillo -pese a sus notables diferencias demostradas al calor del debate- coincidieron en la necesidad de reformular el Eunacom y llamaron al Ministerio de Salud a tomar las medidas.
Sin embargo, hay algunos principios que no deben ser vulnerados bajo ninguna circunstancia. Las autoridades sanitarias tienen el deber ineludible de custodiar por la calidad de los servicios de salud que recibe la población. Un elemento esencial es velar porque dichos servicios sean ofrecidos por profesionales competentes, debidamente habilitados.
Las dificultades de habilitación de graduados extranjeros, no pueden resolverse reduciendo la exigencia de competencias mínimas, que ya cumplen los graduados de las escuelas de medicina chilenas. De tomarse ese camino, se incurriría en un inaceptable doble estándar, que lo sufrirían los más pobres y desamparados.
Es necesario reconocer que el problema del déficit en la atención primaria es distinto del de la disponibilidad de especialistas; estos son certificados por Conacem, y dependen de la capacidad formadora de los centros especializados, pero mucho más aún, de la oferta de oportunidades profesionales atractivas.