El tabaquismo es una adicción que provoca altos porcentajes de enfermedades cardiovasculares y pulmonares en la población mundial, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas al respecto, tales como el alza al impuesto del tabaco o la prohibición de venta a menores, entre otros.

Chile ostenta un récord que está lejos de ser motivo de orgullo: tiene la más alta prevalencia de consumo de tabaco en América, alcanzando un 40,6% en mayores de 15 años.

Lo anterior ha llevado a la preocupante cifra de 45 muertes diarias a causa de problemas de salud generados por el tabaco.

Frente a este problema, la OMS y sus asociados del mundo celebrará el 31 de mayo el Día Mundial del No Fumador, dedicado a resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir el consumo. Además, tiene el propósito de fomentar un período de 24 horas de abstinencia alrededor del mundo.

"Brincar" en vez de "saltar"; "atarse las agujetas" en vez de "amarrarse los cordones"; o gritar "¡esto está de pelos!", en vez de usar alguna otra expresión para referirse a que algo es muy positivo, son algunas palabras que han ido haciéndose frecuentes en el lenguaje de los niños. El motivo: la televisión.

Según explicó la jefa de carrera de Educación de Párvulos de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), María Eugenia Soto, los niños son absolutamente receptivos.

"Las redes neuronales del lenguaje se terminan de conectar alrededor de los cuatro o cinco años de edad, por lo tanto, todos los estímulos externos que hayan antes de eso son absorben en su totalidad. Es por esto que hay que tener cuidado en cuáles son esos estímulos", advirtió la profesional.

Para muchas familias, pasar horas frente a la televisión es un acto normal. Sin embargo, expertos recalcan que el efecto de dicho medio de comunicación masivo no es el mismo en niños que en adultos.

Es por lo anterior que sin un control de por medio y la adecuada guía de parte de los padres (o cuidadores), la exposición a los contenidos televisivos podrían jugar en contra al desarrollo cognitivo y social de los menores.

Control

Respecto de las restricciones en la edad y tiempo de exposición ante el televisor, Mariela Zañartu, magister en Procesos Cognitivos Superiores y coordinadora del Programa de Lenguaje y Comunicación de Duoc UC sede Concepción, afirmó que éstas son fundamentales para el normal desarrollo de un niño.

Lo anterior incluso iría más allá de sólo la televisión, siendo también extensible al computador y al celular.

"Dentro de su tiempo libre, los pequeños deben jugar con otros niños, lo que es de gran valor para la socialización, así como también hacer actividades al aire libre, realizar sus deberes o leer libros", sostuvo.

Una de las consecuencias de pasar largas horas frente al televisor es que la comunicación entre padres e hijos se ve mermada.

Por lo anterior los menores interactúan menos, generando un menor número de vocalizaciones.

En esta misma línea, la profesional indicó que investigaciones norteamericanas recientes señalan que la reducción de palabras por parte de los adultos se cifró en un 7%, es decir, unas 770 palabras menos, interacción que es fundamental para la adquisición del lenguaje

La perspectiva, por tanto, no sería mucho mejor para el caso de los niños.

Ante esto, María Eugenia Soto enfatizó que el rol de los padres es trascendental, encargándose de cautelar qué es lo que los niños ven.

"Desde el punto de vista del lenguaje, estamos invadidos por programas extranjeros, dónde no es raro ver a los niños hablando con términos propios de otros países. Por un lado se enriquece el vocabulario por la amplia variedad, pero por otro lado los niños terminan absorbiendo todo lo que viene desde afuera, lo bueno y lo malo. Para que el ejercicio sea positivo será necesario el apoyo de los adultos", manifestó.

Cuidado con las edades

Entonces, ¿desde cuándo los menores podrían comenzar a ver televisión? Sobre esto la académica de Educación de Párvulos de la Ucsc afirmó que "así como hay niños con tablet, también hay guaguas viendo televisión. Estas acciones no son lo más recomendable".

"Los niños debieran tener a su disposición ciertos programas, con horarios determinados y apropiados. El problema es que la variedad de programas no es el que uno, como educadora, esperaría".

Restringir, tanto en edad como en tiempos, sería el consejo para los padres.

De acuerdo a lo que explicó la profesional, "los neurólogos hablan de que a partir de los 2 años no debiera haber más de una hora diaria de exposición a la tecnología, en especial la televisión, dado que el desarrollo social del niño se ve menoscabado cuando ellos están frente a una pantalla, y la relación con el resto de los integrantes de la familia o amigos comienza a debilitarse".

Zañartu, en tanto, aseveró que la amplia gama de estudios en esta materia, indican que los niños menores de 2 años no deberían ver televisión, dado que no mejoraría las habilidades lingüísticas, ni las visuales-motoras.

"Antes de los 5 años, en los niños hay una marcada tendencia hacia la fantasía, por lo que lo ideal sería acercarlos a los libros; y antes de los 10 años no existe un desarrollo del espíritu crítico, con lo que no deberían ver ni telenovelas ni las noticias", recomendó.

Por su temperamento, curiosidad y falta de experiencia, los cachorros están más expuestos a sufrir accidentes: atropellos, caídas, electrocución, heridas cortantes, entre otras. Muchas veces el actuar adecuado frente a un accidente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

¿Qué hacer con un animal accidentado? Lo ideal es llamar a un médico veterinario. En caso de que no pueda concurrir, traslade el animal herido a un centro veterinario ojalá especializado o equipado para atender urgencias. Si la distancia o las circunstancias no permiten hacer un traslado en forma inmediata, usted puede ser de gran ayuda aplicando los primeros auxilios.

En caso de atropello retírelo de la calzada, sea cuidadoso, evite los movimientos excesivos ya que puede haber lesiones como fracturas en la columna vertebral, pelvis u otras estructuras anatómicas y los movimientos no controlados pueden ser peligrosos para la sobrevida o salud.

Es recomendable poner un bozal o amarrar el hocico, puede ser con una corbata o cordel. Sea precavido ya que el perro puede morder por miedo o por dolor.

Una vez que ha sido sacado de la calzada, y si está inconsciente, recuéstelo sobre su lado derecho, estire su cuello de forma recta, abra su boca y tire la lengua hacia fuera suavemente para evitar que se asfixie.

A continuación compruebe si respira observando los movimientos de su tórax, si no respira, coloque su mano sobre el tórax detrás del brazo izquierdo y trate de sentir el latido cardiaco o puede buscar el pulso en la cara interna del muslo. Si tiene latido y no respira, cierre bien la boca del animal y sople a través de su otra mano cerrada, como si se tratara de un tubo, sobre los orificios de la nariz. Si lo hace en forma correcta el pecho del animal debe hincharse, mantenga esta maniobra hasta que comienza a respirar en forma espontánea.

Si decide trasladarlo, que es lo ideal, colóquelo en decúbito lateral derecho, sobre un superficie rígida o semirrígida como madera, cartón, luego fíjelo a esta con tela adhesiva a nivel del cráneo, cuello, hombros e ingle. De esta manera usted lo inmoviliza y el traslado es más seguro para él; cúbralo con una manta. Otra alternativa sería colocar el animal al medio de una frazada luego tomar ambas puntas de cada extremo entre sí haciendo una camilla. Siempre recuerde el uso de bozal.

En caso de heridas, debe cortar el pelo alrededor y limpiar aplicando soluciones antisépticas, si hay hemorragias realice compresión, sin dejar de comprimir hasta llegar a un centro de atención especializada.

Los errores más comunes y graves son demorar los traslados, hacer diagnósticos sin tener las competencias para aquello y aplicar tratamientos.

Existen lesiones silenciosas como las hemorragias internas, que muchas veces son imperceptibles para los propietarios, requieren un diagnóstico especializado y sin una intervención quirúrgica adecuada pueden terminar en una hemorragia masiva, comprometiendo la vida del animal.

En caso de que usted sea propietario de una mascota recuerde siempre sacarla a pasear con una correa y traílla, no la suelte.

Si usted va a abrir la reja o portón de su casa asegure a su mascota primero. La recomendación es la prevención. Tenga disponible el teléfono de un médico veterinario especializado en emergencias. Siempre es mejor prevenir.