El desafío de ingresar a la universidad
El ingreso a la universidad representa un gran desafío para miles de jóvenes que en marzo verán como sus anhelos se hacen realidad comenzando a estudiar, no obstante, lo anterior supone poner en marcha mecanismos de adaptación que facilitarán el logro de buenos resultados.
Por una parte es la primera vez que los jóvenes se encuentran en un contexto en el que comienzan a ser verdaderamente independientes y tienen la posibilidad de tomar decisiones que pueden afectar de distinta manera su futuro en la universidad, por ejemplo, pueden elegir si asisten o no a clases sin que se enteren sus padres, sus horarios, entre otros. Esto requiere de un nivel de madurez con el que no cuentan muchos jóvenes debido a la etapa evolutiva por la que se encuentran transitando, entre otros factores asociados.
Para que este proceso de adaptación sea favorable se deben tener en cuenta ciertas consideraciones.
Una de ellas es que el estudiante asista los primeros días de clases con el objetivo de que logre formar un grupo de referencia, cuyos integrantes probablemente se convertirán en sus compañeros de estudio y amigos.
Es recomendable que los jóvenes asuman que ya se encuentran en una nueva etapa de su vida en la que se requiere mayor madurez y autonomía por lo cual deben organizar sus tiempos y formas de estudio.
Aprovechar los espacios que la universidad proporciona, tales como las bibliotecas y las salas de estudio, es una buena estrategia considerando el gran tiempo que pasan los estudiantes en la universidad con múltiples "espacios muertos", que pueden ser aprovechados.
Otro factor relevante es conocer a sus profesores ya que estos pueden ser una gran fuente de apoyo sobre todo en aquellas asignaturas que representan un desafío mayor por su complejidad. No quedarse con las dudas de las primeras clases es fundamental, así como solicitar apoyo bibliográfico extra si se requiere.
Por último, y no menos importante, conocer y vincularse a las actividades de formación extra curricular que ofrece cada plantel ya sea vinculado a lo artístico o deportivo, es una gran oportunidad de contar con una formación integral que permite a los jóvenes conocer a nuevas personas, lograr un desarrollo más armónico y disminuir el estrés del año además de tener oportunidades de crecimiento personal que van más allá de la formación profesional.