Penquista integra inédita expedición oceanográfica en Península Antártica
Hace 20 años en los mares cercanos a Isla Elefante, al norte de la Península Antártica, se agotó el recurso de uno de los peces que más extraían los barcos pesqueros en esa zona.
Se trata del Pez de Hielo o Draco, de alto valor nutricional para el consumo humano y cuya captura ha estado prohibida desde ese tiempo para así recuperar la densidad de su población.
Desde hace una semana y hasta el 15 de febrero, una expedición que lleva a un penquista en el equipo hace el primer estudio para ver, después de esas dos décadas, si la biomasa de esa especie creció lo suficiente para permitir que se pueda volver a contar con el recurso.
Nicolás Alegría, en representación del Instituto de Investigación Pesquera de Talcahuano, va en el buque y trabajará en la caracterización de la presencia de ese pez en la Península Antártica. "Seré los ojos del buque bajo las profundidades del mar antártico", explicó el profesional penquista sobre la labor que en específico cumplirá.
EL PROYECTO
El equipo lo lidera la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y además participa el instituto Nacional Antártico Chileno. Son en total nueve profesionales, y entre ellos hay observadores y especialistas de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, organización que depende del Tratado Antártico que a su vez regula el uso de la zona.
La empresa pesquera Deris aportó con el buque arrastrero por las tres semanas que dura el viaje. La idea es apoyar la apertura de una nueva pesquería aplicando esta vez un uso sustentable de un pez que en esa zona se sumaría a la extracción austromerluza negra, la austromerluza antártica, el draco rayado y el kril antártico que se extraen en el Área de Conservación. En paralelo verán se hará observación de otras especies de la península antártica como aves, lobos marinos, focas, orcas.
Nicolás agrega que específicamente trabajará en el sistema de detección hidroacústica, para ver la disposición en el plano de los peces que habitan esas columnas de agua, la profundidad que alcanzan, sus movimientos durante el día, además de la forma y tamaño de los cardúmenes. "Lo importante es que este estudio es el primero que se hace para este recurso después de tantos años. Vamos a ver un pez que podría permitir su pesca comercial a futuro", contó.
El proyecto total durará tres años, y para eso primero se hará una caracterización y después una etapa de cuantificación.
ESCASA INFORMACIÓN
Patricio Arana es el jefe del crucero e investigador responsable del proyecto cuya inversión se estima alcanza el medio millón de dólares, y quien finalmente reunirá informes ante organismos internacionales. contó que desde la PUCV habían presentado la iniciativa hace varios años y ahora que cuentan con la autorización de la Subsecretaria de Pesca para concretarlo, lo que lo transforma en un proyecto país.
"La importancia mas grande es que Chile participe en investigación antártica así como también lo hacen otros países. El conocimiento que se va a obtener sobre los peces antárticos, de los que hay escasa información, va a ser un aporte para el saber científico general del territorio. Es una zona muy difícil de alcanzar", valoró.