Alimentación liviana sirve para cuidar la productividad laboral en el verano
Mientras algunos se reintegran a sus labores después de las vacaciones hay otros que se preparan para iniciar su tan merecido periodo de descanso.
Lo cierto es que, sea como sea, la mayoría de los trabajadores deben estar parte del verano en su empleo y estar en la oficina en esta época no es el mejor panorama.
Es por eso que la productividad laboral se puede ver afectada, debido a que existe una mayor percepción de cansancio y sueño. Así lo afirmó la directora de Administración de Recursos Humanos (PEV) de Duoc UC sede Concepción, Jeanette Fuentes, quien explicó que esto se debe al cansancio propio de todo un año laboral, la rutina de trabajo y la planificación de quehaceres, y también la ansiedad por salir de vacaciones. Ante esto, dijo que antes de irse es importante tener presente respaldar la información, delegar funciones, hacer una lista de pendientes y terminarlos, y focalizarse en lo principal y urgente.
Para quienes estarán durante toda la temporada veraniega trabajando no es distinta la realidad.
Bárbara Flores, jefa del Departamento de Nutrición de la empresa Edenred, agregó que, además, durante la temporada estival las personas están mucho conscientes del tiempo que falta para tomar el descanso anual, lo que exacerba la percepción respecto al desgaste del trabajo realizado durante el año. Así, irritabilidad, estrés y baja concentración son aspectos que se unen y afectan la productividad.
¿ALIADA O ENEMIGA?
Según la nutricionista el clima es un factor importante en este contexto, debido a que el calor hace sentir físicamente más aletargadas a las personas y exacerba los otros síntomas.
Pero es la nutrición un factor clave en relación a la productividad, pudiendo ser una aliada o jugar en contra en este periodo.
Y es que, por una parte, las preparaciones que tienen una digestión mucho más lenta como aquellas en base a carne de vacuno, frituras y cremas, afectan el estado de alerta, la vitalidad y el ánimo, por lo que es importante disminuir su consumo.
Por el contrario, afirmó que "comer variado, liviano y respetar los horarios es esencial para mantener una buena salud y evitar síntomas de fatiga u otros".
Especificó que existen alimentos que favorecen la actividad cerebral, tales como la berenjena, espinaca, frambuesas, moras, pasas, huevos y salmón, entre otros, por lo que una buena idea sería incrementar el consumo de éstos.
Considerando lo anterior, Bárbara Flores recalcó que es importante que los empleadores tomen en cuenta que las inversiones para ofrecer el acceso a una alimentación saludable a sus trabajadores no son un gasto, pues por un lado se ayuda a cuidar la salud de los empleados y también se beneficia a la empresa, en tanto es un método para que la productividad no sea afectada y esto no impacte en la economía. Sin embargo, aclaró, "existe un 30% de trabajadores que no tienen el beneficio de alimentación. Esto conlleva a consumir productos con características nutricionales poco saludables, que tienen altos aportes de grasas, sodio y azúcares, y cuyo consumo sostenido en el tiempo se relaciona con enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes y colesterol elevado, entre otros que también repercuten en la productividad", explicó.
Al respecto, sostuvo que "hay una gran oportunidad de avanzar en el objetivo de ofrecer una alimentación saludable a los trabajadores, considerando que el 12,8% de las empresas señalan que no lo hacen por razones de costo", manifestó.
Sobre los horarios, éstos siempre dependerán del ritmo de vida de cada personas, pero que la recomendación es consumir alimentos cada tres horas, idealmente. "La última comida, en la noche, debe ser al menos dos horas antes de irse a dormir. En cuanto a las cantidades, hay que cuidar los volúmenes de comida que tenemos, más aún en el horario de almuerzo, puesto que a mayor volumen, el proceso digestivo es mayor, la irrigación se concentra en la zona abdominal y con ello la presencia de mayor somnolencia", explicó.
MOTIVAR
La nutricionista dijo que junto con la alimentación, el ambiente laboral también influye en el ánimo de los trabajadores.
Por eso recomendó motivar a los equipos de trabajo. Una manera de hacerlo sería organizando actividades internas y entretenidas con el objetivo de mantener un buen ambiente laboral, donde desayunos y almuerzos al aire libre son buenas ideas.
Las pausas activas también son beneficiosas, pues sacan a los equipos de la rutina y permite realizar un break saludable que anime a continuar la jornada laboral. Añadió que "es fundamental tener un monitoreo de la temperatura de los espacios internos y dar un correcto uso al aire condicionado". Esto, debido a que el exceso de calor genera irritabilidad y cansancio.
Por otra parte, llamó a no olvidar aquello que sucede después de terminar la jornada laboral, pues para que una persona esté en bienestar debe mantener un equilibrio entre los distintos aspectos que componen su vida y que deben ser mucho más que el trabajo.
Realizar actividades post trabajo, prefiriendo aquellas al aire libre como paseos o ejercicio físico; y también incrementar los panoramas sociales y con amigos fueron sus consejos.
En ese sentido, Jeanette Fuentes destacó que los jefes o líderes de los equipos de trabajo cumplen un rol clave, por lo que es importante que exista retroalimentación constante con los colaboradores y se propicien espacios de conversación más livianos. "Sin dejar de lado las cosas importantes que se deben cumplir en el trabajo, los jefes deben ser más empático en estos períodos", afirmó.