Expertos advierten sobre efectos sociales al elegir un nombre
Casi nadie quedó indiferente cuando durante la semana el Registro Civil dio a conocer el ranking de nombres 2015, donde no sólo se supo cuáles fueron los más inscritos, sino que además llamó la atención el listado de aquellos poco comunes, que dan cuenta de la influencia de las teleseries turcas, deporte y música, entre otros.
Según explicó el psicólogo y académico Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián, Jonathan Duarte Reyes, escoger un nombre para un hijo es una decisión que sigue múltiples caminos, como pudiera ser la imposición familiar.
Así también existen elecciones que surgen del consenso de la pareja a partir de factores propios como edad, gusto, moda, intereses, nivel educativo o grado de adecuación a las normas sociales, entre otros.
"Por ejemplo, en sectores más conservadores, los nombres suelen ser más tradicionales vinculados a la herencia hispánica; en sectores de clase media más liberales la dispersión suele ser mucho mayor. Finalmente es en sectores populares donde suelen aparecer los nombres más curiosos, puesto que allí existe mayor influencia de los medios masivos de comunicación, las convenciones sociales suelen ser más laxas, y existe mayor frecuencia de paternidad adolescente", indicó.
Impacto cultural
En total se registraron en 2015 260 mil 424 nombres. De ellos, 132 mil 614 son de niñas y 127 mil 810, de varones.
De acuerdo a lo dado a conocer por el Registro Civil, "Sofía" fue el nombre más inscrito, seguido por "Emilia", "Isidora", "Florencia" y "Maite", repitiendo la tendencia de 2014.
"Agustín" fue el primer lugar en el caso de los varones, el que, al igual que el año anterior, fue seguido por "Benjamín" y "Vicente". En cuarto lugar está "Mateo"; y en quinto, "Martín".
Sin embargo, no solamente la Presidenta Bachelet inspiró el nombre de 136 "Michelle", sino que el impacto cultural de la música, la Selección chilena y las teleseries extranjeras dejaron huella.
La Copa América fue uno de los eventos que más dio de qué hablar durante el segundo trimestre de 2015.
La pasión por la camiseta pudo haber incentivado a los padres de los 356 niños que llevan el nombre de "Alexis" (Sánchez); 18 "Gary" (Medel), 15 Charles (Aránguiz); 205 "Arturo" y 2 "Vidal" (usado como nombre). De los astros extranjeros vienen los nombres de los 19 "Neymar" y un "Beckham".
Aunque las producciones turcas dejaron pocos nombres en los recién nacidos, no pasaron inadvertidos. A los 19 "Ibrahim", 11 "Boran", 3 "Mustafá" y 2 "Sherezade, se suman "Ezel", "Hurrem" y "Mahidevran".
Del inglés vienen algunos nombres para los chilenos que nacieron el año pasado. En mujeres: "You" (Tú), "Bat" (Murciélago), "Sky" (Cielo) y "Gipsy" (Gitana). En hombres: "Safer" (Seguro), "Days" (Días) y "Brains" (Cerebros).
Consecuencias
Los nombres más llamativos del año pasado no sólo eran de origen extranjero, sino que algunos de ellos eran producto de la imaginación de los padres (ver infografía).
Luis González Bravo, psicólogo clínico y académico de la USS, señaló que muchas personas pueden creer que escoger un nombre original altera el destino de sus hijos.
"El deseo de éxito, de movilidad social, hace que se imiten modelos de personajes 'triunfadores' de las teleseries, fútbol, música, cultura norteamericana, para de alguna forma intentar facilitar la vida adulta del menor", planteó.
No obstante, a menudo se produce el efecto inverso, dado que se perpetúan dinámicas de exclusión, siendo objeto de burla por sus pares.
Tal como expresó el profesional, la consecuencia es que un nombre negativo se podría traducir en una impresión negativa general, construyendo una base sólida para el procesamiento de la información posterior sobre la persona.
"Ya desde los años 70 sabemos, desde la investigación educacional, que los estudiantes nombrados negativamente son menos populares entre sus compañeros de clase, y que los trabajos académicos de estudiantes con nombres cargados de connotación negativa obtienen calificaciones más bajas", añadió González.
Este fenómeno ha sido analizado en otros países. En Alemania se acuñó el término "Kevinismo" para referirse a la discriminación contra las personas con nombres devaluados culturalmente. En Estados Unidos se reconoce que hay nombres que remiten a clases más altas y otros, a clases más bajas en la población afroamericana.
En cuanto a las repercusiones el profesional indicó que existen evidencias desde la clínica psicológica y psiquiátrica de personas adultas que han pasado toda su vida odiando su propio nombre.
"En la infancia y adolescencia se desea ser aceptado, experimentar un sentido de identidad con el grupo. Al tener un nombre inusual o estigmatizado por razones económicas, sociales, culturales, se generan dinámicas de exclusión", afirmó el académico, añadiendo esto puede provocar efectos negativos en la autoestima en el largo plazo.
"Hacer La vida un poco
más fácil"
El éxito o fracaso de una persona no depende de exclusivamente de su nombre, aunque éste tenga efectos en la forma en que lo visualiza su entorno social. Nombrar a un recién nacido no es fácil.
El psicólogo Jonathan Duarte sostuvo que lo básico es visualizar al hijo como un adulto, y cómo creen que lo llamarán y cómo creen que se sentirá con su nombre.
"Segundo, considerar cómo suena el nombre completo: ¿qué impresión da?, ¿genera risa?, ¿suela ridículo?, ¿se producen rimas?, etc. En tercer lugar, considerar el nombre como parte de importante de la identidad de la persona, por tanto, hay que considerar cómo creo yo que será como persona mi hijo, y sobre la base de ello escoger los nombres que suelen asociarse con estas personalidades", detalló.
Finalmente es importante sondear con el entorno opiniones sobre las alternativas que se están barajando.
González, en tanto, recordó lo señalado por el investigador David Figlio, de la Northwestern University, "los padres deben dar a sus hijos el nombre que quieran, pero tienen que reconocer que los nombres tienen consecuencias. Si bien el nombre no es una escalera garantizada para el éxito, se debe reconocer que puede hacer la vida un poco más fácil".