El líder de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, confirmó ayer al Presidente en funciones, Mariano Rajoy, su decisión de no apoyar su investidura y aseguró que su partido explorará "todas las opciones" para que España cuente con un Gobierno de cambio sin convocar nuevas elecciones.
Sánchez se pronunció de este modo después de un encuentro que sostuvo con Rajoy, que ayer comenzó la ronda de contactos para tratar de alcanzar un pacto y formar un nuevo Ejecutivo.
Sánchez mantiene su postura, y así se lo comunicó a Rajoy, de no apoyar su reelección, ni facilitarla con la abstención.
Los socialistas españoles creen que las urnas castigaron al gubernamental Partido Popular (PP) y apostaron por fuerzas progresistas, y por lo tanto el nuevo Gobierno debe reflejar ese cambio.
"Frente a aquellos que trazan líneas rojas nosotros vamos a tender puentes", insistió Sánchez, que dejó claro que por ahora es el PP el que debe tratar de formar Gobierno, sin "atajos".
Por ello, hizo un llamado al resto de las fuerzas políticas a que respeten los "plazos y los procedimientos de la democracia".
Sánchez cree que el nuevo Congreso debe reflejar la "pluralidad" de las urnas y por eso solicitó a Rajoy que sea un socialista el que presida la Cámara, cuyo principal órgano de gobierno será elegido en su primera sesión el próximo 13 de enero.
Rajoy declaró en cambio que la actitud de Sánchez mostrada ayer en la reunión impidió hablar de los asuntos que cree que interesan realmente a los españoles.