Un foro que buscó discutir la iniciativa de las farmacias populares, pero desde la perspectiva de cómo abordar el problema de fondo del acceso a medicamentos en el sistema público de salud, realizó la cúpula regional del movimiento político liderado por el diputado Giorgio Jackson, Revolución Democrática (RD).
Se trató de una jornada realizada en el auditorio del Servicio de Salud Concepción (SSC), en donde participaron distintas agrupaciones sociales y políticas, entre ellas representantes de las municipalidades de Concepción y Talcahuano, Fonasa, y el mismo SSC, además de expositores de las distintas perspectivas del área salud, junto a actores de los proyectos de farmacias municipales.
Entre ellos estuvo el responsable de la Dirección de Administración de Salud (DAS) de Talcahuano, Hernán Gormaz; la directora de Farmacia de la Seremi de Salud, Marta Larenas; el coordinador de la Comisión de Salud a nivel nacional de RD, Jaime Peña, además del presidente regional de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), Jorge Figueroa.
UN PROBLEMA MAYOR
El representante de la Fenats dijo que "aunque es una buena iniciativa levantar farmacias populares, no soluciona el problema de fondo del negocio de los fármacos en Chile, ya que el 90% de las farmacias están concentradas en las Cruz Verde, Salcobrand y Ahumada, sin darle oportunidad a las más de 1.500 farmacias de barrio, que deberían tener también la chance de comprar a Cenabast".
Coincidió con ese análisis el representante de la Comisión de Salud de RD, quien explicó que desde ese movimiento postulan a incrementar el presupuesto del país en materia de salud, con el fin de aumentar el arsenal de fármacos que maneja el estamento público, relacionando además a las farmacias independientes en esa labor.
Agregó que a nivel país, y como tarea de largo plazo, aspiran a romper la estructura actual de mercado, con la idea de establecer una política nacional de distribución y acceso a medicamentos, de lógica pública, donde la gente adquiera los remedios según su necesidad, pero pague según su capacidad.
"Lo clave es que el sistema de salud tenga su arsenal con los medicamentos que la gente necesita, de tal manera que se deje de depender de las farmacias privadas", explicó Peña, añadiendo que "más allá de felicitar la iniciativa que hizo Recoleta con la primera farmacia municipal, nos dimos cuenta que jugando las mismas reglas del juego del modelo neoliberal, podemos hacer políticas públicas que aseguren derechos y cuestionen el modelo de salud tal cual está funcionando hoy".
"SALUD COMO DERECHO"
Según explicaron algunos de los organizadores del foro, los coordinadores Daniela Dresdner y Vicente Guzmán, el formato de farmacias populares, más allá de ser positivo, genera una grieta en el sistema público de salud, en el sentido de que permite cuestionar las bases de ese mercado, ya que hoy la gente accede a los fármacos según su capacidad económica, y no según su necesidad. Explicando que esa realidad fue la que motivó el foro.
"Eso lo podemos extender más allá de los fármacos, por ejemplo en lo relativo a exámenes médicos (...). Esto permite cuestionar la base fundamental del paradigma neoliberal en salud, para que los chilenos comencemos a considerar la salud realmente un derecho", concluyeron ambos.