Alumnos becados contaron su experiencia en Nueva Zelanda
Como "inolvidable" fue catalogada por los siete secundarios de la Región que ganaron las becas del programa Corfo "Pingüinos sin fronteras", la experiencia que tuvieron al estar cuatro meses en Nueva Zelanda. Llegaron hace dos semanas y ayer sostuvieron una reunión con el director regional de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), Juan Mardones, con el objetivo de contar cómo vivieron una cultura angloparlante.
Si bien el proceso de selección está abierto para establecimientos municipales, en administración delegada y particulares subvencionados, los que logran pasar las pruebas en su mayoría son estos últimos. Este año fueron beneficiados tres alumnos del Colegio Almondale Lomas, dos del Almondale de San Pedro de la Paz, una estudiante del Liceo A-59 de Los Ángeles, y un alumno del Colegio Brasil.
Para que puedan viajar, los adolescentes tuvieron que cerrar el año escolar 2015 con las calificaciones del primer semestre.
PINGÜINOS AL MUNDO
Son $10 millones lo que cuesta a Corfo enviar un estudiante al país de Oceanía. Con ese monto se cubre todo, desde el pasaje hasta la estadía, y el único gasto posible para los becados es solicitar el pasaporte.
Según explicó el director regional de la corporación, los colegios postulan a sus alumnos. Tal como aparece en la web corfo.cl, los jóvenes deben tener promedio sobre 6,0 en Inglés y sobre 5,5 general, entre otros (ver recuadro). Así, luego dan una prueba estandarizada del idioma inglés, puntaje que es altamente valorado.
Para ampliar la oportunidad, Mardones aseguró que la Intendencia está analizando la posibilidad de entregar el mismo beneficio de "Pingüinos sin fronteras" pero a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr). "Evidentemente tienen que ser posteriormente aprobados por el Consejo Regional, (para) que al menos un niño de cada comuna tenga esta experiencia, para el desarrollo y potencial del idioma inglés", sostuvo el director regional de Corfo.
Sobre la desigualdad de posibilidades que se evidencia entre los becados y sus establecimientos de origen, Mardones manifestó que "estamos trabajando para que estas diferencias logren cerrarse, (...) mejorando las condiciones reglamentarias".
EXPERIENCIAS ÚNICAS
A dos semanas del regreso, luego de cuatro meses en Nueva Zelanda, aún se les nota la emoción a los jóvenes beneficiados.
Varios de ellos ya tienen sus planes educativos más claros, e incluso están con la idea de volver al país oceánico por la falta que allí hay de profesionales.
Esteban Sepúlveda (17), del Colegio Brasil, explicó que la experiencia "fue muy buena. Me permitió mejorar mi inglés, crecer como persona y ser un poco más independiente. Agradezco a Corfo por esta oportunidad, (ya que) han sido los mejores cuatro meses de mi vida".
Con su alegría por lo vivido, Esteban invitó a los jóvenes que postulen a "Pingüinos sin fronteras". "Es una experiencia inolvidable, vale la pena el esfuerzo y los sacrificios que uno tiene que hacer para ganar la beca", sostuvo el secundario.
En tanto, Tamara Cattan (17), del Colegio Almondale de San Pedro de la Paz, calificó su experiencia como "muy buena, porque en Nueva Zelanda están acostumbrados en términos de intercambio. Te hacen actividades, saben lo que necesitas, y la familia que me tocó me trató como a una hija". Cattan explicó que los becados asisten a clases normalmente, pero no rinden exámenes, ya que "la idea es convivir con los compañeros".
Una de las cosas que llamó la atención de la joven fue el clima que le tocó, equilibrado entre días soleados y lluviosos, pero con vientos de 120 kilómetros por hora. "Eran vientos que te movían", recordó.
Asimismo, Pía Arredondo (17), del Colegio Almondale de Lomas, comentó que el sistema educativo de Nueva Zelanda permite que los estudiantes escojan las seis materias que deben rendir. "(Además) es mucho más práctico, no como acá que es más teórico", dijo Arredondo, quien se sorprendió por la puntualidad que caracterizó a los neocelandeses.
La estudiante del Colegio Almondale de Lomas sostuvo que el nivel de inglés es vital para desarrollar exitosamente la estancia en Nueva Zelanda: "Allá se ve mucho el respeto, ya que hay muchos (niños extranjeros) entonces fue mucho más fácil sociabilizar y aprender del idioma inglés. No podías hablar en español porque si bien había gente de otros países, el idioma en común era el inglés. Entonces tenía que desarrollarlo, hablarlo con mi familia (elegida) porque no hablaban nada de español".