El triángulo de la discordia
Perú promulgó la ley que creó el distrito 'La Yarada-Los Palos', de la provincia de Tacna, a pretexto de dar prioridad "al desarrollo en la zona fronteriza y espacios históricamente dejados de lado", y "gozar de mayor representatividad democrática al poder elegir a sus autoridades". Incluye el que denomina 'triángulo terrestre', que se formaría desde el punto 'Concordia' o 266, en que aducen comenzaría la frontera terrestre con Chile, y no en el Hito número 1, de los 80 existentes, donde se inicia el límite marítimo (por el Paralelo 18º, 21´, 03´´ de latitud sur), según determinó la Corte en su fallo de 27 de enero de 2014.
Perú insiste en reivindicar un pequeño territorio de 323 metros oeste-este desde el mar al inicio del paralelo; 264 metros en arco curvo desde el Hito 1 al punto que llaman Concordia; y unos 260 metros costeros norte-sur desde el paralelo, cuyo mar pertenece a Chile por la sentencia. La que no se pronunció al respecto por ser un tema terrestre y no marítimo.
Está claro que esos pocos metros cuadrados reclamados, en nada inciden en la "mayor representatividad democrática para elegir" autoridades peruanas, si siempre han estado bajo dominio exclusivo chileno. Dicha argumentación ya fue alegada por Perú en su demanda marítima, como punto de inicio de dicha frontera, al sur del Hito 1 (Punto 266 o Concordia), y desde el cual solicitó a la Corte se prolongara en bisectriz hacia la alta mar, doscientas millas de mar jurisdiccional, contada desde la más baja marea. La Corte determinó que "la frontera marítima entre las partes empieza en el punto de intersección entre el paralelo de latitud que pasa por el hito fronterizo Nº 1 y la línea de bajamar" (Párrafo 196 de la Conclusión del fallo). Entonces, el objetivo peruano actual, es crear una nueva controversia sobre dicha porción terrestre.
Cada paso para construirla ha sido inmediatamente respondido por notas de protesta de nuestra Cancillería, reafirmando nuestra posición y lamentando que se pongan en riesgo múltiples campos de la relación bilateral. El resultado ha sido nulo y Perú prosigue en su intento, con hechos consumados, como mensajes al parlamento, promulgación de la ley respectiva, declaraciones de sus autoridades y otros, que no han concluido, y podrían incrementarse. Además, se acompañan con actos provocadores como la presencia de militares armados justo en el Hito 1, o que toman fotografías, agravados por haber sido oficialmente negados por su ministra de Relaciones Exteriores y en violación de los acuerdos de mutuo aviso previo de las normas de comportamiento vigentes. También hay declaraciones de molestia por nuestros ejercicios militares, oportunamente comunicados y efectuados como rutina.
Al retrasarse o suspenderse encuentros bilaterales como las consultas de coordinación política, y otras como el Comité de Seguridad y Defensa, Cooperación contra el Narcotráfico, Desminado Humanitario, Desarrollo Fronterizo, Control Integrado, Integración Social, y mejoras a los 200 mil peruanos residentes en Chile. Todas en beneficio de una zona cuyo enorme tráfico fronterizo parece no importarles, demostrando que el intento de una nueva controversia es prioritario.