Evalúan traslado de refugiados sirios a la Región del Biobío
Douglas Bazi, sacerdote iraquí, estuvo hace un par de semanas en la zona. Su misión en Chile fue generar los contactos con las autoridades nacionales a fin de traer a 100 familias de refugiados sirios.
Su idea está pronta a hacerse realidad. Así lo confirmó en la zona Rodrigo Sandoval, jefe nacional de Extranjería. "Estamos evaluando distintos lugares y la Octava Región es uno de ellos", reconoció el abogado, quien participó de una actividad en la Gobernación (ver recuadro).
Sandoval mencionó que la Presidenta, el año pasado, anunció el interés de Chile en hacer un reasentamiento humanitario. "Este año (la Mandataria) nos encomendó la iniciativa de implementar un plan. Ya elaboramos las bases técnicas y estamos a la espera de la aprobación de la Presidenta", detallo.
Trabajo complejo
El personero de gobierno estimó que de aquí a diciembre este plan va a estar aprobado. Una vez visado, su implementación tomará casi un semestre. Eso implica que a partir de julio de 2016 podrían empezar a llegar las primeras familias a la zona. No obstante, aún no se ha determinado cuántas serán.
Sandoval explicó que el reasentamiento humanitario sirio es un tema delicado, pues requiere de análisis previos y de acompañamiento: "Hay un periodo que no es menor desde que se inicia el plan hasta que esas personas llegan a Chile. Hay que contratar un equipo, designar una agencia promotora y estructurar un plan de trabajo para traerlos. Hay que preparar una especie de oferta para resolver sus demandas en salud, vivienda, educación. Una vez que se haga se mandar a un equipo para allá que les va a contar cómo es Chile".
Agregó que se hacen entrevistas a los potenciales refugiados, para así ver quiénes son los más idóneos para llegar a Chile. Una vez en el país, se realiza un acompañamiento de unos dos años, para que su integración sea completa.
Ensayo/error
Sandoval explicó que el trabajo con reasentamientos humanitarios en el país ha ido de menos a más. Una de las primeras experiencias se hizo en la década de los 90, la que fue, según el jefe de Extranjería, desastrosa.
"En esa oportunidad existió muy buena intención, pero poca capacidad técnica de abordar el desafío de este reasentamiento. Es súper complejo, porque esas personas no siempre vienen de países más pobres que Chile. Vienen con una calidad de vida que no siempre se está en condiciones de ofrecerles", planteó.
No obstante, ha habido una evolución positiva, afirmó. Es el caso de familias palestinas que ingresaron en 2008 y que hace un par de meses se nacionalizaron. "Ahí estudiamos bien el lugar de dónde traíamos a las personas, estudiamos a las familias (sólo trajimos familias porque es importante contar con una red de apoyo), nos preocupamos de integrar a las comunidades locales, las municipalidades, y a la comunidad palestina. Y eso es tema de estudio a nivel internacional", indicó.
Política migratoria
El jefe de Extranjería mencionó que el reasentamiento humanitario es algo programado y se hace con aquellas naciones en conflicto. No obstante, no es el único trabajo que se hace.
Informó que la unidad que él dirige analiza mensualmente todas las solicitudes de refugiados, que responde a personas que se sienten amenazadas en su integridad física. De hecho, hay un área dedicada exclusivamente a eso.
Pero, lo que hay no es suficiente. Por ello se está trabajando en una nueva política migratoria, política que Rodrigo Sandoval explicó a El Sur.
"La ley migratoria es un fenómeno nuevo y para el cual el Estado chileno no está tan preparado. Tenemos que hacernos cargo de todos estos déficit para dar respuesta adecuada tanto del punto de vista de la extranjería, es decir, del trámite administrativo que significa el ingreso, permanencia y salida de los extranjeros; la entrega de visa, pero también de cómo administramos el fenómeno sociocultural que significa la migración, porque una cosa es administrar el pasaporte, la residencia, y otra muy distinta es administrar la vida de ese extranjero que está en Chile", resumió.
Expuso que a diferencia de lo que se cree, la migración es una gran oportunidad, la que hoy se está desperdiciando: "Podemos transformarnos en un apetecido destino para mano de obra, calificada y no calificada".
Para sustentarlo contó que según un estudio de la fundación Avanza Chile, de aquí a diez años la población local sólo alcanzará a cubrir el 35% de los cupos de empleo. "Entonces, la migración es necesaria. Además, ellos se transforman en fuerza consumidora de bienes y servicios, que aportan a la economía", aseveró.